![]() |
|
2024-07-14
Marroquíes Bajos
No todo lo que no está tipificado como delito tiene razón de ser.
Ni los criterios de James Cameron ni los de National Geographic, ni siquiera los 5000 años de existencia de unas edificaciones únicas y sin iguales, parece ser que son importantes y merecen respeto para los que han concedido y conceden licencias de urbanismo en la ciudad de Jaén.
Cualquier tierra para que sea codiciada, su primer cometido es quererse así misma por encima de todo. Y Jaén parece ser que no quiere quererse.
Generar opinión, dudar de lo que nos rodea desechando la opacidad, crea discusión, y aquí en Jaén sigue latente la polémica sobre Marroquíes Bajos, nombre con el que se denomina esta zona en la que se hallaron restos arqueológicos de una importantísima huella en piedra de la edad calcolítica en el mundo entero, y que en esta ciudad se han ninguneado.
Conferencias, foros de opinión, documentales, artículos de opinión, noticias de cabecera en informativos de televisión, radio, prensa escrita, absolutamente todos los mecanismos de difusión se pusieron en marcha haciéndose eco del hallazgo del “Resurgir de la Atlántida”, pero nada ha sido traba para frenar la destrucción. Surrealista. El mundo entero poniendo sus ojos en Marroquíes Bajos, por la luz que hubiera arrojado a la historia de la humanidad y, aun así, la corporación política del momento adjudicó con el mayor beneplácito y alegres apretones de manos derechos para que se destruya y edifiquen sobre los pocos restos que dejaron sin destruir con excavadoras.
Pero si hay algo que sabe hacer Jaén es quejarse. Eso se le da de maravilla.
Señoras y señores, ¿cómo es posible que el atrevimiento en esta tierra haya superado la ignorancia?
Que Jaén sea la provincia, ya no digo de España, incluso me atrevo a involucrar a Europa, con el mayor número de castillos, que sea la tierra en tener el decano espacio de tierra plantada de árboles de cultivo, como son los olivares, que sea el mayor productor de AOVE del mundo entero, que continúen en un litigio de intereses por la concesión del título de la declaración de la catedral de la Asunción de Jaén como Patrimonio de la Humanidad, y tantos desmanes más.
Y lanzo una pregunta, ¿qué hace falta para que Jaén tenga el lugar que se merece? ¿Habrá que desterrar a quienes la mangonean y no quieren a esta tierra jaenera? ¿Cuál es el límite?
¿La espiral de la autodestrucción en la que gira Jaén? Quizás Zeus, según la mitología, creyese serios los motivos que tuvo para destruir la Atlántida, como era la fealdad del espíritu a la que habían evolucionado sus habitantes.
Varias son las elucubraciones sobre la ubicación de la Atlántida de Platón, como que, si puede estar en Chipiona, o en Sanlúcar, otros señalan que está en Cataluña, o al norte de España, incluso otros enclaves suenan fuera de nuestro país. Historia. Pero aquí, en Jaén, incluso con tangibles vestigios de una civilización de mayúscula importancia, no ha sido suficiente para ponerla en el mapa.
Quizás la explicación sea que los mandamases de esta jaenera ciudad se creyeron dioses, se sintieron poseídos por el espíritu de Poseidón, y no contentos con que el dios en su deidad supuestamente inundase esta “ciudad” por las aguas, que una vez retiradas las humedades por el paso del tiempo dejando los restos arqueológicos a la vista, se les ocurrió que ellos la terminarían de arrasar con sus super maquinarias del siglo XXI. A la porra los 5000 años de historia.
Me quedo con Atlantis, la película, me gusta más.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.