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2024-06-30
Escritos especiales
Existen lugares que se han hecho míticos porque la prensa así lo ha decidido, que con el paso del tiempo han sido puntos clave donde se acudía para ver y ser vistos, sin tener nada especial en su carta, ni siquiera un café, pero sí distinguidos por las conversaciones que escucharon calladamente sus paredes, como son algunos restaurantes, hoteles o cafés.
Lo básico y lo sencillo, sin afán de pretender nada más que coexistir se convierte en lo más grande, así de repente, como el hecho de enfrentarse a un folio en blanco reclamando para llenarlo de contenido a la puerta del corazón o recurriendo a las inspiradoras musas, porque al fin y al cabo he escuchado decir que la imaginación es memoria fermentada.
Siempre ha estado de moda y muy pagado el hecho de ir descubriendo tramas de corrupción cuyos momentos, fechas y horas de salir a la palestra son elegidos según necesidades de los que manejan los hilos con más o menos tolerancia, venganza e inquina en la “casa del pueblo”.
Como el caso en el que está implicado el señor Rubiales, que su investigación sigue adelante, por ahora.
Al parecer según fuentes periodísticas, este señor apodado como “Pundonor Rubiales” y seis señores más, supuestamente, casi todos con apodos, quizás por la estrecha relación que mantenían entre ellos y la necesidad de tener etiquetas ridículas, como Francisco Javier Martín, alias “el Nene”; Tomás González Cueto; Pedro González Segura, “el concejal de festejos”; Ángel González Segura, “el constructor”; Ramón Caravaca, “el espía”; y José Javier Jiménez, “Jota”, forman parte de las investigaciones que se están llevando a cabo dentro de la Operación Brody inscrita como una supuesta trama de corrupción en la Real federación española de fútbol.
Tramas corrompidas que no cesan en gestarse, porque la justicia que cae sobre ellos, sobre los corruptos y corruptas no les asusta. Los corruptos-as juegan al escondite, se invitan a sus “fiestukis” de gente guapa entre ellos, organizan sus periplos de alta alcurnia, con alegría y el dinero de los fondos públicos además con la satisfacción y el atrevimiento de que sus tejemanejes son la sopa boba en la que llevan tiempo peloteando y metiendo el cucharón y que a su viciado se han acostumbrado viendo que ese es el panorama normal. ¿Por qué la justicia no se quita de una buena vez la venda de los ojos y cae sobre los corruptos-as con todo el peso de la ley, como caería sobre cualquier ciudadano de a pie que desequilibrara su balanza?
¿Por qué los precios de la vivienda se han disparado en apenas dos años en algo más de un 47 %, y Europa cree que la salida está en decretar multas a los pisos vacíos, poner límites a los alquileres, o aplacar el crecimiento de pisos turísticos en las principales ciudades? Me da que con este argumentario de la vivienda los políticos bareman su éxito o su fracaso en el tiempo en el que toman asientos de poder, queriendo sacar más tajada con nuevas construcciones, dejando lo construido obsoleto y abandonado para especular de otras mil maneras. ¿O acaso la solución está en hacerse okupa?
El canal del derecho a la información es cada día más escaso porque la desinformación con su inmunda y maquiavélica forma de manipular nos sesga las entendederas.
El volumen de los insultos en el Congreso de los diputados en Madrid (España), cada día es más alto. Acusaciones donde las palabras son mayúsculas cuando las delaciones y chivatazos incluyen las palabras “mafia”, “coca” y “prostitución” que son utilizadas con la ligereza de quien pronuncia un guion que al instante será sustituido por otro más cruel, si puede ser. ¡Qué vergüenza!
¿Y para estos angustiosos agravios que nos salpican y agreden con la letra pequeña al ciudadano de a pie, no tienen los que destapan las tramas el valor de cortar por lo sano para que nos dejen vivir en paz?
Gracias.
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