... nuestra especie ha ido desarrollando innumerables cualidades relacionadas con sus rasgos esenciales,

2023-12-03

 

Filosofía en acción

(¿hay vida antes de la muerte?)

 

No es un error. Este título un tanto provocativo pretende llamar la atención sobre la filosofía como portadora de contenidos para la vida y esta es la idea que se pretende desarrollar en este artículo.

La percepción popular que se tiene de la filosofía en la actualidad es la de un tipo de conocimiento de difícil comprensión y más difícil aplicación en la vida cotidiana, que queda relegado a sesudos ensayos y artículos dirigidos a una minoría. Hay efectivamente una filosofía de indagación académica e intelectual destinado a especialistas, con la que se profundiza en determinadas cuestiones, como pueden ser el enfoque o las consecuencias de los nuevos retos de nuestra civilización.

Pero también la filosofía se ha distinguido desde sus inicios por ser una forma de conocimiento susceptible de ser aplicado. De esta manera surge la filosofía en acción. Sin cuestionar la importancia de los estudios filosóficos llevados a cabo por especialistas, relativos a las nuevas situaciones que surgen en una sociedad en permanente movimiento como la nuestra, la filosofía en acción es un planteamiento que invita a la puesta en práctica de las ideas filosóficas como única manera de comprenderlas plenamente.

Según se deduce del título de este artículo, la filosofía en acción se relaciona a la posibilidad de vida antes de la muerte. Esto requiere una explicación. No hablamos de la vida biológica, la cual evidentemente antecede a su propio colapso, que denominamos muerte. La vida del ser humano en un sentido pleno es más que mantener vivo el cuerpo. A lo largo de su evolución,

nuestra especie ha ido desarrollando innumerables cualidades relacionadas con sus rasgos esenciales,

como la espiritualidad, la sensibilidad ante lo bello que da lugar al amor en un sentido amplio y profundo, la percepción interior de lo sagrado, cualidades psico-mentales como la imaginación, el discernimiento, la conciencia, la memoria, los fenómenos afectivos, la atención voluntaria, la propia voluntad, las virtudes o fuerzas interiores, la capacidad de crear y desarrollar tecnología, la capacidad de aprender y enseñar, el lenguaje y la comunicación, la sociabilidad o capacidad de conformar sociedades, nuestra compleja y necesaria relación con los demás y muchas más. Con todas ellas destaco una síntesis maravillosa propia de la vida del ser humano: la posibilidad de mejorar y mejorarse, es decir, de evolucionar conscientemente a estadios progresivamente mejores.

La vida a la que me refiero en el título es la vida como ser humano total, es decir, con plena conciencia y desarrollo de cualidades como las mencionadas, las cuales pueden encontrarse en cualquier ser humano y requieren ser conocidas mediante la educación y activadas mediante la práctica. Ambas, educación y moral, son los escenarios naturales de la filosofía en acción.


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