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ALFREDO INFANTES DELGADO "Referente de la poesía de la generación millennial |
2025-05-04
Irene X
Referente de la poesía de la generación millennial
Soy de las que piensa que las bellas creaciones nacen de bellos y terribles sucesos, de la más remota nada y del momento más estúpido. Aunque tampoco voy a mentir, igual que en marzo se está mejor en las terrazas: en la mierda se escribe mejor, nos dice Irene Domingo Longares (Zaragoza, 1990), escritora y periodista. Más conocida como Irene X, nombre que se atribuyó por empezar escribiendo en anónimo. Licenciada en Magisterio y en Psicología, se formó como escritora en internet, teniendo hoy en día multitud de seguidores y seguidoras en las redes sociales.
En 2013 publicó su primer libro de poemas El sexo de la risa (Editorial Origami, 2013) al cual le seguiría Grecia (un año después en la misma editorial). En 2015, en pleno auge en las redes sociales, realizó una nueva versión de sus dos primeros libros, la cual lanzaría al mercado junto con la editorial Harpo Libros. Ambos tuvieron una gran acogida por los lectores y las lectoras, el primero con cinco reimpresiones y el segundo con dos, haciendo que la escritora publicase su tercer poemario pocos meses después. En octubre de este mismo año No me llores llegaba a las librerías para dar paso un año después a su cuarto poemario Fe ciega. En 2017 vería la luz Single (H) y en 2018 La chica no olvida, libro con el que se convirtió en ganadora del premio de honor ESPASAesPOESÍA. Posteriormente ha publicado dos poemarios más: Las manos en la sangre y Perras de caza. Irene X se ha convertido en un referente de la poesía en la generación millennial y en un icono de la lucha feminista. Consciente del alcance social de sus versos, proyecta en sus poemas la lucha social junto con la reivindicación y la denuncia de los problemas del mundo actual.
También nos dice Irene sobre su poesía: El poema sube y baja, se autodestruye, el poema sufre, ama y vive como hace la vida cuando se desnuda frente a otro poema, el poema se construye con una sonrisa tatuada en la eternidad.
Y si queréis saber más sobre ella, no tenéis más que acudir a internet o entrar en su blog http://mellamoirene.blogspot.com/?view=classic (2008-2019)
Mientras, para abrir boca, aquí os dejo algunos de sus poemas:
Hachís
Conozco drogas con menos capacidad de adicción que tus abrazos de tres letras; ven.
Ven, que tengo el corazón y la cama sin hacer. Que a veces la vida me cuesta trabajo y no me pagan por ella; que quiero decirte prosas, abriendo las piernas más que la boca.
Vísteme despacio, que tengo prisa por volver a desnudarte. Sálvame la vida, pero déjame morirme de amor si apareces sin paraguas, cerca.
Córrete hacia la izquierda y hazme un hueco. Que yo ya me he corrido hacia tus manos sin permiso, sin educación.
Déjame cubrirte las espaldas con el ombligo, déjame partirle la cara B a la vida. Déjame consolarte, consolarme, consolarnos. Déjame consolidarte en arte.
Déjame no ser si no hago, déjame hacer aunque no sea.
Déjame ser suelo si te caes y cielo si lo tocas. Y nubes si te llueve; y tabla si te ahogas y humo si ya no ríes.
Déjame hacerlo mal para sentirme bien. Déjame que sienta y siéntate que tengo algo que contarte.
Déjame, pero sobre todo; no me dejes.
***
Pecas
No sé el número exacto de pecas del kilómetro siete al trece de tu lienzo de espalda
pero te intuyo unicornio lavanda limonero y fruta caliente.
Te intuyo melón y sandía líquida entre mi boca malva post mortem
Y cuando te intuyo atisbo presagio sospecho e imagino se me hace el sexo mariposa libélula pétalo de crisantemo mirlo, gorrión y golondrina en mano. Y todo este pelo, caracola. Acércate, desde aquí puedes escuchar el mal.
Y bailarlo.
Mira mi pasado, cloro cloaca clon de clones, come arroz frío avergonzado de tener alimento y no ser entraña mía no ser estómago mío Se hace pasado de turista perdido de este o aquel Y me suelta el corazón mirándose sucias manos llenas de vergüenza y sangre.
Y yo te imagino, entreveo presiento tramo y conjeturo, mantis que no cree en Dios virgen del orgasmo en las yemas de los dedos y te cedo clavículas de apariencia papel celofán invencibles para que te agarres y seas cometa, vendaval brisa o huracán.
Y todo esto sin tener la más mínima idea, noción o conocimiento del número exacto de pecas del kilómetro siete al trece de tu maldito lienzo de espalda.
***
De mi calvario tú te callas. De mi calvario tú no retienes los clavos, no eres el santo ni el ignorante descalzo. Me muerdo la lengua para no gritar que me la mordiste, mientras santa paloma, espíritu santito, te esperaba con manos frágiles y alimento para llenar tu posacervezas. De mi agonía tú canturreas, de mi sangre tú tarareas: la chiquitina tiene un nudo en el estómago, la chiquitina no habla, la chiquitina tiene el estómago en un puño; y es el tuyo. Criatura muere de hambre, criatura te mira tras la cascada arrojar el pan que te dio a los ratones. Tu niña bonita no quiere monedas, quiere caricia y respeto. Tu reina mora enseña el ombligo y no olvida que ha de correr, antes de que llegue el rey. Tu niña es mía porque mía bordé la piel. Con dinero o sin dinero, haces siempre lo que quieres, pero tu palabra no es mi ley. Cuando no tengas trono, ni reina, ni nadie que te comprenda; que tu polla te sea fiel.
***
Las manos donde no pueda verlas. Mételas más mucho mar adentro. Hasta que metamos la pata Hasta tocar fondo Agárrame el corazón a dos palmos bajo el ombligo. Muérdeme. Arráncame too lo que llevas encima. Empieza por los prejuicios Ya te desvisto yo el pasado.
Saca la lengua Y abrázame No pares todavía Aún no he dejado de quererte. Así que vamos a volver a hacerlo.
Vamos a calentar el agua de la ducha. Sal de un salto, vamos a secarnos a la cocina.
Sobre la mesa. Mierda, así no, Hemos vuelto a mojarnos. Ten cuidado
Hemos convertido el ruido en música Van a volver a bajar los vecinos, Y a subir la marea.
Mira, te he hecho un mapa en la espalda con los labios ¿Que sabes volver solo? Entonces que sea bajo el agua. Pero esta vez sin ella, así me limpio de lo que me das. ¿Tienes hambre? Yo estoy muerta. Vamos a tener que reinventarnos,
Me has dejado el cuello lleno de trampas. Te mereces volver a ver las estrellas. ¿Qué dices? ¿Que subamos otra vez a ver el cielo?
Mejor nos quedamos aquí abajo Hace muchísimo más calor.
***
Mariposas negras
Mariposas negras que surcan los cielos, libres vuelan en busca de nuevos destinos. Las alas fuertes, la determinación, desafiando las cadenas del desamparo.
Con sus colores ocultos en la oscuridad, muestran que la belleza no tiene límites. Una veces alas, a veces cuchillos, pues no hay batalla que no estén dispuestas a librar.
Mariposas negras se alzan en el firmamento, recordándonos que hay esperanza más allá del tormento. Y aunque sean nocturnas y silenciosas, su vuelo transmite un grito de libertad.
***
Me niego a ser solo un verso en el libro del olvido, a ser silenciada por los prejuicios y la indiferencia. Soy la rebelión en mí, el cambio que anhelo ver, una voz sin miedo a expresar lo que duele y lo que quiere renacer.
Despertando del letargo impuesto por un sistema caduco, abrazo mi fuerza y mis convicciones para construir la revolución. Cada palabra que escribo es una chispa que ilumina la oscuridad, y con cada verso, mi fuego crece sin cesar.
La revolución en mí no se detendrá, hasta que el mundo refleje la justicia que anhelo alcanzar. En cada latido de mi corazón, en cada verso de mi voz, se encuentra el poder para transformar y hacer historia.
***
debería ser más.
Debería ser más valiente admitir que todavía me giro cuando me dedican una sonrisa subliminal que no me asusto si me agarran de la mano que todavía me sonrojo si me guiñan el alma que siempre dejo mi casa pensando que esa noche no dormiré ahí. Ser un poquito menos cobarde y reconocer que me pierdo en las fronteras de unas piernas largas que la invitación no es la copa sino a jugar un rato a ser animales sin pretensiones sin complicaciones sin que me hagan el desayuno y me lo traigan para que se enfríe a la cama. Sin tus besos de buenos días sin tus polvos de buenos recuerdos. Lo dicho que debería ser más valiente y admitir que todavía juego a ver quien me quiere esta noche a sabiendas de que no habrá forma de que vuelvas a ser tú.
***
Soy mujer, amante, amiga, hermana, compañera, puta, musa, enemiga, deseo, nieta, confidente
y pequeña, entre otras personas, animales o cosas tontas. En un mundo sin flores las tumbas estarían llenas de muertos. Soy mujer; dime qué coño tengo que envidiarle a la puta primavera.
***
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deséame y suerte.
¿Qué puedes ofrecer que yo no haya escrito antes? ¿Qué tienes bajo la camisa? Eso no es un corazón, es un altavoz. Es mi canción favorita sonando en tu bragueta. Verás, me han ofrecido 20.000 por contar mis ganas de follarte al mundo y no me apetece que nos vean usarlos para meternos tiros y mano. He dicho que no. Otra vez. «Nunca te he visto rechazar cumbres altas, mi amor» dices es que no quiero comerme el mundo si no empiezas tú antes por mi coño. Así que espero que tengas sed porque para venderle mi alma al diablo se la regalo a los que ya saben que irán al infierno, malditos poetas. Reparad esta suerte.
*** mentir rosas.
-Eres tan poesía que pareces mentira. -Me dijo. -No era un piropo. -Lo sé. Escribir es un fantasma del pasado al que te follarías cada noche aunque como buen fantasma se fuese por la mañana. No saber cuándo beso y cuándo verso. No reconocer cuándo es amor o literatura. Es la droga y el bajón. Las ganas de más o tal vez ni eso. Pero prefiero ser mentira que aburrimiento mi amor.
Para serte sincera te estoy mintiendo.
***
Vendrán canciones mejores pero no tendrán tu letra ni me harán olvidar la música.
Hazme de noche antes de quedarme despierta. Tenemos que empezar a dejar claro entre nosotros quién va a echar de menos y quién a dormir.
***
Con que llueva para que te ponga bajo el ombligo paraguas.
Me sobra con que me olvides para ser dolor y con que te duela para ser la cura y con que salives para ser beso y con que escribas cartas para ser verso.
Me es suficiente con que me pruebes para ser lección... Con que me suspendas la risa para ser pendiente. Con ser cuesta abajo para ser vértigo. Con que tropieces para ser piedra. Con que quieras mojarte o tirarte para ser piscina o mar.
Pero no me vale con que te pierdas para ser encuentro con que llores para ser derrota con ser sólo tu cuerda sobre la silla por estar sin vuelta o remedio loca.
***
el sexo de las flores.
Qué quieres que te diga podría escribir por encima de lo que me levantan la voz y sin embargo no creo que nadie esté a la altura para llegar a ella porque el tiempo no cura nada pero el silencio acaricia todo mi vida no estoy lo suficientemente triste para lo muchísimo que fumo y no veo que el humo haga desaparecer el recuerdo pero por lo menos lo mancha de risa que es un color precioso. Hace ya unos años que me juré no cumplir más y por el contrario esto de la inmortalidad me está sabiendo más a tumba que nunca. Recibo demasiadas flores para creer que sigo viva y todos los cementerios tienen jardines y eso dice mucho de los que enferman deshojando margaritas pero muy poco de mí. La gente que no es ni eso cada día tiene más cuento y menos historia pero qué te voy a contar a ti que no me hayas contado antes para que me quede dormida. Todavía nos aferramos a eso del amor de nuestra vida y eso que tenemos siete y eso que más que gatos somos idiotas y un poco adictos al renovarse o morir y un poco yonkis de la piel y unos putos enamorados del frío con lo bonito que sería el sol si no quemase joder. Que no es tristeza por vicio precipicio que tenemos unas alas muy muy de puta madre pero muy
muy poquitas ganas de echar a volar.
***
No sé si decirte que me gustas. Así, tan simple. Como el olor a vainilla, las avenidas vacías, las sonrisas inesperadas en los rostros empapados en llanto, los libros que no suele recomendar nadie, la seguridad de la que carezco, la soledad que he elegido, las canciones que no cuento que me gustan cuando no sé si decirle a alguien que me gusta, asi; pero tú. Tengo derecho a permanecer en silencio y se convertirá en obligación si yo, sumado a esto, alego que estoy triste. Qué putada que te quieran en la carcajada y te dejen hebras de piel de espalda en la lágrima, pero. Conservo mi derecho a no saber si decirle a alguien que me gusta. Como comprar flores cuando sólo bajaba a por pan o encontrar un diente de leche cuando buscaba unos pendientes. El resto de lo que conservo es piel de fruta podrida y materiales tóxicos. Pobre del que robe algo mío. Entiende que atesore este no saber lo he guardado donde sólo tú puedas encontrarlo, así que te confundiré para que no creas que tienes que buscar algo. Un estudio que me he sacado de la manga demuestra más sentimientos que yo, pero cada vez que los expongo a la luz se funden. Así que unas líneas después sé que no te diré nada y guardaré con mi no saber, la esperanza tonta, de que lo sepas tú.
***
me necesito.
Hoy he vuelto a ver la necesidad en contra de todos. Cerrando el bar con sus tacones altos después de romper un par de corazones. Volviendo descalza para cortarse con los que rompieron otros. Tan bonita que puede. La mismísima tristeza le agacha las orejas a la necesidad, pero la acompaña siempre a todas partes. No creer en el amor es ser un inepto que no admite que tiene a la necesidad follándose a la tristeza y esperando a que se le corra en la cara para que se vaya sin avisar una mañana de estas.
***
Te echo de menos. ¿Por qué lo hiciste? Vuelve. Ya no te quiero. Vete. Si le estás poniendo voz a esto: estás jodido. —Te juro que yo sí quería hacerlo. Yo no quería enamorarme. Yo no quise pertenecer a esa generación de vivos hirientes que pasean sonrisa y felicidad entrelazada por la calle que coronan Gran Vía con la mano en el bolsillo vaquero contrario y que excitan a los taxistas cuando no pueden esperar al ascensor. Yo no quise ser una más en manos de alguien más jugando algo menos por la elegancia que aporta esa estabilidad fingida al besar siempre los mismos labios. Yo no quise llamar cariño a la ansiedad ni ponerle cara y nombre a unos celos que me representa sucia a una iniciativa al cambio siempre en rostro de lo amado como quien anda por la vida sujetando un espejo que refleja los ojos en los que se ve reflejado. Yo no quise llamar dependencia a unas manos para volver a jugar a los médicos como en ese patio de recreo en el que salvamos algunas vidas. Y eso que ahora sólo follamos y evitamos algunas muertes. Yo no quise ver cómo el país se derrumbaba y la bolsa bajaba mientras yo subía bolsas cargadas de sueños a un décimo sin ascensor y con certeza de no llegar a cumplirlos. Yo no quise que invirtiese tu tiempo en mí yo no quise la cura. Yo no quise ser ese tipo de persona que se muestra superada en los conciertos y pide agua en la barra mientras otros la lloran. Yo no quise y ahora que quiero tanto me limito a pasar de puntillas a tu lado y, en silencio, rezo para cometer pronto el error del que nunca puedas perdonarme.
***
Palomitas
El amor es lo que no se pronuncia, una palabra pequeña que no podrían escribir a lo largo de los 21.196 kilómetros de la muralla china.
O un pequeño diálogo simple, algo como: -¿Estás haciendo palomitas?- Claro. -Te amo.
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