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2024-06-30
Excomunión en Belorado…
Las sanciones son penas que imponen los que están en derecho de hacerlo porque una ley o un reglamento establece como justicia para los que consideran infractores. Y eso es la excomunión, una sanción que se impone por la ley canónica en la que un católico-a queda excluido-a de su iglesia. Su exclusión no es total porque el vínculo del bautismo continúa vigente, por lo cual he de aclarar que solamente sería referente a la recepción de los sacramentos con la intención de que los pecadores-as se enmienden. Esta práctica a lo largo de la historia ha sido llevada a cabo por todas las iglesias antiguas, como la católica, las iglesias ortodoxas orientales y otras variantes en el cristianismo.
Mientras escribía he escuchado una noticia importante: El lince ha dejado de ser un animal en extinción. ¡Aleluya!
Volviendo a la excomunión, también llamada anatema, añadiré que son muchos los excomulgados-as o anatemados-as. La última acción de esta guisa se ha producido en el pasado sábado 22 de junio de este 2024; cinco monjas clarisas de Belorado han sido expulsadas por no reconocer al Vaticano como entidad superior en su juramento religioso.
Hecho que ha sido muy mediatizado y que deja patente que los compromisos incumplidos tienen un coste.
A lo largo de la historia, la excomulgación se ha sucedido a diferentes personas, como la cantante Madonna, Fidel Castro, Tolstói, Lutero, incluso a Benedicto IX, un Papa que fue excomulgado por dos veces.
Madonna, con su video Like a Prayer emitido en 1988 provocó que enfurecieran los mandatarios de la iglesia católica hasta el punto de excomulgarla por tres veces, al menos esas son las declaraciones hechas por la cantante, porque en el video aparecían imágenes de estigmas y de cruces ardiendo, y demás imágenes transgresoras. De todas formas, Madonna, ha echado “pelillos a la mar” y ha declarado públicamente que le gustaría conocer personalmente al Papa Francisco. Ya veremos en qué queda este anatema.
También tras recibir una excomunión ésta se puede revocar y volver a la trayectoria cristiana con una confesión cristiana, una posterior absolución y un certificado de Roma, como fue el caso de Juan Domingo Perón, presidente de Argentina en el siglo XX, que, tras ser excomulgado por expulsar a dos obispos de dicho país, fue absuelto de tal pena ocho años después por el Papa Juan XXIII.
La excomunión más épica fue la de Napoleón Bonaparte, este general francés, que tras ocupar y anexionar Roma a su imperio fue “anamateado” con el “Quun memoranda” en 1809. Hecho que al emperador le sentó como un jarro de agua fría tras “muchos estiras y aflojas” entre los dos mandatarios, y como venganza a tal ofensa, Napoleón mandó secuestrar y encerrar durante cinco largos años al Papa germánico Pío VII. Tal fue el enfado del Papa Pío VII que, en defensa de su cargo terrenal en el Vaticano, que al ser sacado de la residencia en la que habitaba como santo padre, en el Palacio del Quirinal, mandó que se destruyera su anillo del pescador que circundaba su dedo. Su primer destino como privado de libertad fue un monasterio de Venecia, y el último en Savona, una ciudad italiana de Liguria. Lucha de egos.
Sinéad O’Connor, cantante irlandesa, activista defensora del feminismo y del movimiento LGTBIQ+, una mujer que dejó para los anales de la historia televisiva unas imágenes nunca vistas antes mostrando una foto del Papa Juan Pablo II ante las cámaras convocadas y rompiéndola en pedazos durante una actuación en directo en el Saturday Nigth Live en el año 1992 al tiempo que pronunciaba: “¡Lucha contra el verdadero enemigo!”.
Y cómo no mencionar a una mujer tan grande como Juana de Arco, que también fue excomulgada, por diferentes razones, entre las que añadían haber vestido con ropajes de hombre y tener revelaciones. Fue declarada hereje y quemada una mañana en una hoguera que plantaron especialmente para ello en la Plaza del Mercado Viejo de Ruán, al noroeste de Francia, y por si fuera poco cuentan que sus cenizas fueron arrojadas y esparcidas en el río Sena, de eso hace 593 años. Juana de Arco, fue beatificada en 1909 en Notre Dame, Paris (Francia) por el Papa Pío X, y once años después de su beatificación, el Papa Benedicto XV la canonizó como “santa”. Un poco tarde, ¿no? Pobre mujer, lo que tuvo que sufrir.
Las palabras que comienzan con el prefijo —ex, siempre implican un antes y un después de un hecho.
La más conocida y usada es la que se adjudica cuando nos dirigimos a una persona que fue y ha dejado de ser parte en una relación, que también forma o formará parte de nuestra historia en algún momento. Aunque esta abreviatura se podría sustituir por antiguo, anterior, precedente, … en fin, lo dejo a vuestra elección, pues dicen que la historia la escriben los vencedores y que rectificar es de sabios.
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