CARMEN MARÍA FDEZ-KOFBLER CASAS-NEFF
|
2024-09-08
Frases vacías
Al parecer, dicen que hoy en día cualquier cosa se puede comprimir. Ahorrar espacio de almacenamiento en estos tiempos es importante. Vivimos muy deprisa. Por supuesto, este contexto rota si hablamos de materia en desigual forma tangible o gaseosa. Pero ¿y si hablamos de tiempo? De ese tiempo que marcan las agujas del reloj o se iluminan en números digitales… Pregunto: ¿podemos comprimir el tiempo del que disponemos?
Mi razonamiento surge tras la petición del cambio estructural que se está planteando en el tiempo que se pretende invertir como horario laboral. Ya en el mes de mayo del pasado año 2023, en España, se hizo una convocatoria por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, sobre dicho tema por parte de empresarios que valoran la implantación de que las “semanas laborales” sean de 4 días, con cuyo proyecto se lanzaban ayudas a las empresas que recortasen la jornada a cuatro intensos días, como una gran novedad irascible para muchos y bienvenida para otros.
No crean que somos pioneros de esta idea en España.
Al menos en esta propuesta, no.
Porque esta puerta ya ha sido abierta de par en par hace tiempo por países pioneros como Islandia, que entre el año 2015 y el 2019 redujo las horas de trabajo semanal de 35 a 36 horas y para más inri sin recorte salarial proporcional. Estos van tajando sin dudas ni resquemores en sus alcancías y privilegios públicos. Con total seguridad. Siempre adelante.
También en el pasado 2022, en Bélgica, en su última reforma laboral, se reconoció este reparto de horas en el trabajo y este sistema ha sido implantado.
¡Han comprimido el tiempo!
Aunque para innovadores en este nuevo “planning” están los Países Bajos, quienes han establecido que durante cuatro días de trabajo a la semana distribuyen veintinueve horas laborales. Así sin más. Y cómo dicha primicia funciona, se han subido al carro Alemania, con 35,3 horas; Dinamarca, con 35,4 y Noruega, con 35,5 horas.
Aquí en España dicen que van a comprimir el tiempo laboral progresivamente, pues supuestamente en este año las horas trabajadas en cuatro días serían de 38,5, hasta el año que viene que menguarían a las 37,5 horas.
Y todo lo dicho anteriormente ha sido acordado en territorio de la UE, para que la conciliación familiar y la productividad en el puesto de trabajo aumenten por la mayor estabilidad y regocijo de los trabajadores.
Pero esta tendencia aún sigue sumando adeptos fuera de la UE, por lo que el gobierno británico está barajando la solicitud a cambio de “comprimir las horas”.
El laborista Keir Starmer valorará la reducción de los días de trabajo a la semana, dejando la flexibilidad de un fin de semana de tres días, generando estabilidad en los hogares y una mayor productividad en las empresas para que puedan llevar a cabo esta renovación. Porque en realidad todos los trabajos remunerados no admiten esta compresión del tiempo, como sería el caso de la docencia. Y para el buen consenso en la Cámara de los Lores, la flamante ministra de Educación, Bridget Philipson, y la ministra de Trabajo y Pensiones, Liz Kendall, tendrán que debatir si esta novedad les conviene a los trabajadores de su país.
Todo sea por el bienestar de la sociedad. De verdad.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.