CARMEN MARÍA FDEZ-KOFBLER CASAS-NEFF
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2024-08-25
Gibraltar
El peñón de Gibraltar siempre ha sido una montaña estratégica. Eso es cierto.
Y no solo su nombre tiene un porqué, sino que la hegemonía de esta enorme piedra tiene una gran historia. Al parecer, desinformar es el pan de cada día para muchos-as. Ese es el leitmotiv de un sinnúmero de personas, aunque a mi consideración, sería más higiénico para todos utilizar los libros de historia que tenemos a nuestro alcance y hablar con propiedad del tema en cuestión, y no solo de Gibraltar.
Años van acumulándose en los anales del tiempo, intentando que Gibraltar, o mejor dicho la parte que ocupa la colonia británica en tierra española, vuelva a formar parte del territorio español. Hecho que se ha intentado de mil maneras tras convenciones, acuerdos malogrados, y demás choques de manos a cambio de cesiones de “tú me das esto y yo te doy aquello otro”, pero sin fruto maduro.
Incluso el deporte rey, el seguido fútbol se ha visto implicado en tal reivindicación por cuenta de dos jugadores españoles que eran recientes campeones de la Eurocopa celebrada en Alemania, en este pasado 15 de julio de 2024, y que a pleno pulmón gritaron lo de “Gibraltar español” en una de sus memorables fiestas públicas. La UEFA tomó cartas en el asunto. Álvaro Morata y Rodrigo Hernández “Rodri”, fueron sancionados con un partido cada uno sin jugar.
Y todo este resquemor nace de que Carlos II de Habsburgo, rey regente en el trono de España (o de la Casa de Austria), muere sin dejar descendencia.
Una península como España no podía dejarse al libre albedrío y su regencia era crucial en Europa, por lo que el destino tomó cartas en el asunto y dio pie a la conocida Guerra de Sucesión Española. Sí, española, ya que como su nombre indica, comienza por la disputa para la sucesión en el trono de España.
Introduciré a modo de reseña unas pinceladas antes que nada para que se sepa que el nombre de Gibraltar también tuvo un origen musulmán. Gibraltar desciende de las antiguas palabras “Jebel Tarik”, pues este peñón fue de hegemonía musulmana desde el año 711, en que los sarracenos lo pisaron y a través de él llegaron a la península Ibérica, y así durante 750 años. Es decir, Gibraltar o “La montaña de Tarik” ha pasado por otras manos hasta que los Reyes Católicos en 1462 asediaron esta tierra para que formara parte de la Reconquista.
Muchos son los bulos que circulan sobre Gibraltar. Si fue un regalo de un monarca español a una reina inglesa. Si fue un asedio sin más, en un intercambio de cromos; si fue una cesión temporal a cambio de unos pingues beneficios… y tantos y tantos otros, el caso es que la historia se repite y los intríngulis y el resentimiento de Gibraltar sigue vigente desde el 4 de agosto de 1704.
Y fijo esa fecha de partida, el 4 de agosto, porque en ese lunes, fue cuando tras dos días de asedio al peñón por parte de las tropas angloholandesas comandadas por George Rooke y el príncipe Hesse-Darmstadt, toma tierra por el Muelle Nuevo en la Bahía de Algeciras el capitán Whitaker obligando a muchos rehenes civiles españoles a ser canje como rendición en la negociación y en la capitulación de la Guerra de Sucesión. ¡Queréis trono en España, pues, nosotros Gibraltar!
Y Gibraltar, entre otros intercambios, formó parte de las permutas de tierras que pasaron a cambiar las líneas de sus fronteras con el conocido y repetido nombre del Tratado de Ultrech, en el que tuvieron parte la firma de Francia, Inglaterra, Austria, Saboya, Prusia, y por supuesto España, el meollo de la cuestión.
Durante el tratado de Ultrech, nada ha tenido más transcendencia a través de los siglos que Gibraltar, e incluso después de algo más de 300 años, ese canje duele.
Esa colonia inglesa que ha crecido en territorio español desde el reinado de Jorge II de Inglaterra y la instauración de Felipe V en España ha dado mucho que hablar. Muchas tiras y aflojas le han sucedido. Y todo esto porque “El hechizado”, no tuvo descendencia, que esa es otra historia.
Todo tiene un precio. Absolutamente todo.
Una super guerra internacional porque el reino español era estratégicamente importante. España siempre ha estado y está muy cotizada… No comments. Y así lo decidieron, porque España lo valía y lo vale. Aunque el coste fue demasiado elevado. De esa forma fue, como en la persona de Felipe V, “el animoso” la sangre azul de los Austrias y los Borbones comenzaron su andadura en España, con un conflicto dinástico que duró 10, 11 y 12 años, dependiendo si estabas en la península Ibérica, en Cataluña o en Mallorca. El mismo monarca que dijo excusándose para no luchar en la batalla por ser rey: “Otro habrá. A rey muerto, rey puesto”, comentó a los soldados que se sentían en la obligación de protegerlo.
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