JUAN ROMERO GÓMEZ  "Cuando el árbol llora, quiere en silencio descansar y soñar.

2025-04-06

Los árboles

Cuando duermen los árboles. Todo lo que sueñan es un misterio de la vida dentro de la naturaleza. Los árboles son inmóviles, permanecen en silencio, observándonos mientras caminamos por una vereda llena de ellos. Se presentan erguidos y mirando hacia arriba, sin cambiar su posición a lo largo del camino. ¿Qué felicidad ocultan estos árboles que, desde el camino, miramos con envidia mientras disfrutamos de su sombra en los meses de calor? Démosles el abrazo que esperan, porque también son seres vivos. Ellos tienen su infancia, su madurez, su fuerza de juventud, lo tienen todo, durante su vida. Y todo expuesto hacia el caminante, porque el camino que se recorre está lleno de escritos, que un día los caminantes escribieron en el corazón de un árbol. Ahí grabaron, a punta de navaja, los proyectos de su vida y las memorias y amores, y quizás algún desconsuelo herido por el tiempo con la fecha grabada. Y el árbol los mantiene de por vida y los expone al caminante. Ahora, pide agua para sanar la herida de una navaja, que lo maltrató.  Y mirando la herida, veo cómo los árboles sienten dolor, y tienen emociones, también durante su vida.

Cuando el árbol llora, quiere en silencio descansar y soñar.

Sin embargo, constantemente percibe la amenaza de su enemigo: el aire. Enemigo desde su infancia, que lo obligó a ser protegido, tapado y atado para que el enemigo aire no lo arrancase, y lo dejara crecer. Ahora, cuando el viento lo azota, lo mueve con toda su fuerza, se defiende en silencio como ha vivido, y con su fuerza va clavando sus raíces en la tierra. Oh, árbol de mi vida, compañero siempre fuerte del camino, que enamoras al paseante con tu belleza, y tus hojas dan el alivio al camino.  

El otoño y el invierno llegaron, pasaron: lo siento en el aire, en la luz y en el olor primaveral; es que las hojas de mi árbol ya empiezan el baile.