JUAN ROMERO GÓMEZ
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2024-11-03
Otoño
Detrás de un día llega el otro, y de tras de una estación viene la otra, por eso, tuvo su tiempo la primavera. Y así dio paso al verano. Y ahora el verano, también ha dado paso al otoño. Para que el campo, los árboles, los colores se impongan en la naturaleza, cambia el color del sol, el aire se llena de hojas. Es un paseo donde vas despidiendo la primavera y te adentras en el otoño, lleno de colores dorados. Por eso, el otoño lleva más oro en sus colores que todas las estaciones del año juntas. El olor a la tierra mojada, y el aire cálido y lento hace que los árboles vayan llorando con lágrimas de hojas. Y buscan un lugar tranquilo y se dejan caer en un lugar donde antes había sombra.
Con la fuerza del verano, hacían un camino lleno de paseantes observando los árboles grandes.
Y ahora se desmallan lentamente, ¡qué manera tan bella, y qué trabajo tan especial tienen las hojas…! Por eso las hojas, vuelven a la tierra, porque ellas fueron prestadas por la tierra, a los árboles, en su ciclo de vida, como es la primavera. Y ahora que, aun después de darnos la sombra, con mucho cuidado y lentamente se van cayendo, con desmayo y cuidado, las que fueron verdes hojas y se van posando, para enseñarnos el camino. Donde antes fueron mañanas de paseo. Los árboles de mi calle, ya se ponen dorados, para recordarnos que el otoño ha llegado, y han vuelto a pintarlo todo de color esplendoroso. El otoño se vuelve como una segunda primavera. Viento de otoño, sol de otoño, ahora todo ha cambiado: la luminosidad, el color del hábitat, así se despide de todo, lo que en estos días ya no necesita la naturaleza. Y deja paso a unos días más cortos, con menos luz, más fríos, donde el otoño se irá, para dejar paso así a un nuevo ciclo de la vida. Que es el invierno, donde veremos las primeras nieves. Pero yo pertenezco al otoño, y ahora cuando el otoño se va. No quiero que me diga las cosas que he perdido.
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