![]() |
MANUEL RUIZ TORRES
|
2025-03-23
Amistad
Mirando al interior uno puede contemplar un paisaje sostenido por las virtudes y los valores morales que vamos levantando día a día, un paisaje de experiencias, sensibilidades, conocimientos, emociones y sentimientos, de realidades sagradas. Todos, escenarios interiores que vamos transitando conforme los vivimos y que quedan recogidos en los tesoros de la memoria. Una parte de esas experiencias forzosamente se viven en soledad y otras cobran su mayor expresión cuando son en compañía de seres queridos y apreciados. Ahí entra la amistad.
Hablamos de una virtud, o sea, una fortaleza del ser humano, otro logro en nuestra evolución que permite desarrollar relaciones que van más allá del instinto egoísta animal, que construyen un espacio de apoyo y beneficio mutuo.
La vida se ensancha con la amistad.
Todos tenemos un tiempo limitado, ese es nuestro recurso más preciado, por encima de bienes materiales e incluso por encima de altibajos de salud. El tiempo tasa nuestra existencia y la amistad es una de esas situaciones en las que el tiempo es capaz de acoger experiencias más ricas, más densas, más plenas. La vida compartida con los amigos es más amplia. Una unidad de tiempo en soledad forzada tiene menos consistencia que esa misma unidad de tiempo en compañía de nuestros seres queridos.
La amistad opera más allá del contacto presencial, el mero hecho de tener amigos en el corazón hace que los momentos solitarios estén acompañados por el recuerdo de los amigos. Por el contrario, la carencia de amigos hace que uno se sienta solo aún en compañía de una multitud.
La amistad es una de las condiciones más fructíferas del ser humano, por cuanto que a su amparo crecen y se desarrollan gran cantidad de virtudes que nos hacen más fuertes. Empiezan a proliferar manuales sobre cómo afrontar hipotéticas situaciones de colapso de nuestra sociedad, basándose en cómo salvaguardar procedimientos tecnológicos y recursos materiales, y en ninguno aparece el cultivo de la amistad como un auténtico pilar estratégico para situaciones difíciles, más relevante que cualquier tecnología.
El cultivo de la amistad está al alcance de todo el mundo y requiere cuidados generosos, cariñosos y cierta dosis de ternura. Encontrar el amor de la vida puede llegar a ser un hecho fortuito, porque en esa condición deben concurrir muchas cualidades que hacen especial a la persona de la que uno se enamora. Pero la amistad es más asequible. Prácticamente, puede hallarse a un amigo o una amiga en cualquier persona si se cultiva de manera adecuada.
Como ocurre con tantas virtudes y valores morales, la amistad se encuentra en retroceso en estos tiempos hiperindividualistas, de ritmo frenético, de epidemias de soledad y de fractura de la unión. Es imprescindible recuperar la amistad e incrementarla y no hay un tope en el número de amigos. Cuantos más, mejor.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.