"El rodaje se realizó en tan solo catorce semanas y se utilizaron los estudios Shepperton

2024-06-16

 

Alien, 45 años después

 

Tenía diecinueve años cuando en la sala oscura de un cine de Jaén, me enfrenté a un monstruo atípico, sin ojos, con un cráneo alargado de aspecto fálico, una criatura terrorífica, como jamás antes se había visto, difícil de entender en cuanto a su aspecto y con una capacidad de destrucción que resultaba escalofriante. Aquella noche salí del cine aterrado, pero también fascinado por aquel ser destructivo que acababa de ver. Corría el año 1979 y el estreno de Alien-el octavo pasajero cambió el concepto del terror y la ciencia ficción para siempre. Detrás de esta indiscutible obra maestra se encontraba el director británico Ridley Scott, que años más tarde volvería a sorprender al mundo, con otro gran clásico de la ciencia-ficción, Blade Runner, una obra sublime, con un romántico discurso en uno de los mejores finales del cine contemporáneo. La idea de un alien escondido en una nave espacial a punto de atacar, no era nueva para Ridley Scott: la había imaginado en su cabeza desde que era pequeño e incluso la creó en papel, antes de llevarla a la gran pantalla. Su obsesión era contar un cuento gótico futurista que provocara miedo a lo desconocido, a partir de un monstruo que fuera diferente e indestructible. El diseño de ese organismo asesino, que pusiera rostro al terror, fue lo más difícil en el desarrollo de la película. Finalmente, fue creado por el artista gráfico y escultor suizo Hans Rudi Giger, que inventó un ser extraño, con una estructura ósea esquelética, que no se atenía al usual diseño del monstruo de tipo antropomórfico, de apariencia humana. Con la creación de este Alien ya inmortal, Rudi Giger se convirtió, de la noche a la mañana, en un artista de culto. Alien-el octavo pasajero no busca pretensiones de tipo ético o moral, su intención es simplemente aterrorizar. Su grandeza se fundamenta en la sencillez de la historia: un octavo pasajero (una criatura sin nombre) se introduce a bordo de una nave, en un espacio interestelar distópico, y ahí comienza el terror. El entonces novel director británico empieza a dar muestras de su gran talento con la cámara y consigue crear una atmósfera opresiva utilizando efectos visuales impactantes, muy avanzados para la época. Con un cuidadoso desarrollo de cada escena en los intricados decorados, que conforman la nave espacial Nostromo, nos introducimos en un mundo agresivo y escalofriante.

El rodaje se realizó en tan solo catorce semanas y se utilizaron los estudios Shepperton

cerca de Londres, donde se crearon los tres sets de escena: la superficie del planetoide, los interiores del Nostromo y la nave abandonada. La célebre secuencia del nacimiento del alien traspasando el pecho de unos de los tripulantes es aterradora y se ha convertido en uno de los momentos cumbre de la historia del cine.

Sigourney Weaver, en el mejor papel de su carrera como la oficial Ellen Ripley, interpreta a una mujer inédita en el cine de ciencia ficción. Aquí no aparece como una dama en apuros, sino como una mujer líder y luchadora en un momento caótico. Su personaje de mujer heroína se convirtió en un icono feminista. En el resto del reparto destacar al magnífico John Hurt, a Tom Skerritt y al humanoide Ian Holm. La banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith crea un paisaje sonoro sombrío, que se adapta a la atmósfera oscura de la historia.

La película dio pie a varias secuelas, de las que destaca la segunda de ellas, Alien, el regreso dirigido por James Cameron y que se posiciona muy a la altura de la original. La cinta de Ridley Scott tiene multitud de seguidores por todo el mundo, hasta el punto de que se ha fijado el 26 de abril como Alien Day (el día de Alien), en el que los fans de la saga se encuentran física y virtualmente para rendirle homenaje. La designación del 26 de abril alude al planeta LV-426 en el que habitan las temibles criaturas.

Para celebrar este 45 aniversario, el director uruguayo Fede Álvarez va a estrenar el próximo mes de agosto la novena entrega de la saga, Alien: Romulus, en lo que parece ser una vuelta a los orígenes. Alien— el octavo pasajero me conquistó allá por el 1979 y ya ocupa un lugar privilegiado en mi colección de reliquias cinematográficas. Para la mayoría que ya la habéis visto os invito a recordarla y para los rezagados que aún no hayáis tenido esa suerte no esperéis más: una película hermosa y tenebrosa os espera.


 

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