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2024-05-19
Que atravesamos una de las peores épocas de este país, para mí, al menos, a cada momento que pasa, tengo menos dudas. Mal la educación, cada vez peor la sanidad, que funciona por el buen hacer de los profesionales, aunque les mangoneen recursos y presupuesto. La economía, no paran de vocear tanto el gobierno, como sus acólitos, que va como una moto. Sin embargo, esto no es verdad. No llegamos a final de mes. A los únicos que les va bien es a ellos. Sin ir más lejos, todavía no acaban de contar los votos en las elecciones de Cataluña y su ya expresident, alguien que la casualidad puso ahí, después del golpe de Estado, mientras Pinocho les concede el perdón a los verdaderos jefes, y lo hace según dice. Porque es magnánimo y casi divino. Pues como decía, ese miniyo de Jonqueras, llamado Pere Aragonés, multimillonario, se va de la política, no sin antes dejar blindada su miserable y nazi, inmersión lingüística. Pasándose por el arco del triunfo no solo a la Justicia, sino a uno de los más elementales de los derechos, como es que los padres puedan escolarizar a sus hijos en su lengua materna. Algo que, según no solo el sentido común, sino los estudios medianamente serios, ha hundido al sistema educativo catalán. Pero no importa, él y todos los que viven como Dios, valga la expresión, gracias a la política. Llevan a sus hijos a los mejores centros, tanto españoles, como extranjeros, para que consigan una mejor educación en varios idiomas, con el español, entre ellos, por supuesto. Para asegurarse de esa forma que sus vástagos seguirán disfrutando de esa ventaja y no tener que competir con los demás jóvenes a la hora de incorporarse al mundo productivo. Porque es muy difícil creer, al menos para mí, que alguien que está acostumbrado a jugar con las cartas marcadas, abandone esa práctica. Y encima, aunque es millonario, lo hace a cargo del presupuesto, ya que de por vida va a cobrar 9.000 € de vellón al mes.
Ahora
la situación política en España, está un poquito peor que ayer.
Puesto que, aunque sigan con el mantra que la injusta e ilegal ley de amnistía, ha acabado con el conflicto catalán. Cuando el único conflicto catalán es que una gran mayoría de ciudadanos ven pisoteados sus derechos una y otra vez. Y encima tienen que callar, porque si no se van a enterar de lo que vale un peine. Cuando la realidad es que esa infamia, para lo que se ha pergeñado, es para que Pinocho pueda seguir en su trono y avanzando en su obsesión de convertirse en semidios. Aunque el país se desangre y salte en pedazos, único objetivo real de sus socios de gobierno.
Ayer se produjo una vuelta de tuerca más a esta situación de traca, puesto que los resultados de las elecciones catalanas, se saldaron con la victoria del PSC, con su líder Illa, alias el enterrador, a la cabeza. Aunque a muchos nos cueste creer que pueda haber gente que, en lugar de mandarlo al banquillo, le entregue un cheque en blanco y su salvoconducto para el Olimpo del poder. Con el prófugo Puigdemont, alias el pastelero loco, pisándole los talones. Y aunque ERC se ha hundido, empachado de poder y sumar que resta más que nunca. Debido fundamentalmente a que cada día que pasa se ve más claramente que su líder, la Yoli, es un bluff que solo deja humo y ridículo tras sus discursos. Una subida del PP y VOX, resistiendo. Con la CUP, casi desaparecidos. Situación tan ridícula, aunque no exenta de peligro, como nuestra participación en Eurovisión. Que, aunque por el puesto conseguido, lo lógico sería pensar que hemos hecho el ridículo, pero no. Según TVE, o telesanchidad, Nebulossa, que así se llama el grupo que nos representó, tuvo que salir casi con seguridad policial. Puesto que no paraba el público presente de vitorearlos, de risa.
Todo lo cual se asemeja a una película de gama baja, aunque fiel reflejo de la sociedad actual.
Puesto que el voto que más ha triunfado ha sido la abstención. Esto ha hecho posible que se postule Illa para la investidura, creyendo que como han perdonado a los golpistas y a los ladrones, se iban a quedar sentados aguantando mecha. Pero nada más lejos de la realidad. Puesto que ya le han hecho saber que no le van a votar. Al tiempo, Puigdemont, también se ha postulado para el mismo puesto. Recordándole a Pinocho que tiene que apoyarle si quiere seguir en la poltrona, puesto que, curiosamente, tiene exactamente siete escaños menos que su candidato. Como si de una manifestación de justicia poética, ya que se ajusta a su situación en la presidencia del gobierno. Todo lo cual, retrata a la perfección esa letrilla popular que le han compuesto y que tanto éxito está teniendo. Porque del que te vote Txapote, hemos pasado al, un poquito más explícito: por siete votos, tienes el culo roto. Por lo que le recordó precisamente eso. Que o le vota o… A buen entendedor, con pocas palabras basta. Ante eso hay pequeños movimientos en su sanchidad, que no cree que vaya a hacerlo. Pero acostumbrado como está a retorcer la verdad, puesto que es un artista de la trola y el timo del ¿dónde está bolita? Mientras se la guarda con el dedo gordo. Y esa bolita se llama Begoña, puesto que ya ha dicho que la semana que viene dará explicaciones acerca de sus negocios. De tal forma que tenemos el cartel de una película de los años ochenta, que se llamaba entre pillos anda el juego. Con lo que finalmente tenemos que gritar al viento, ¡viva el cine!
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