SEBASTIÁN LÓPEZ MATEOS  "No conozco qué le pudo responder este sujeto al exmandatario americano, supongo que nada coherente.

2025-04-20

La caída del Imperio

Nada es eterno. Aferrarse a una situación ya caducada, por su longevidad o por su insostenibilidad, conduce a una espiral de la que no se sabe su desenlace, ni si se puede salir de ella, y si se persiste, a una huida hacia delante sin final conocido, pero sí previsible: con frecuencia conduce al caos.

El imperio romano, el imperio español, y el imperio británico, entre otros, han tenido un final motivado por diferentes hechos históricos, pero todos con una misma constante: el hundimiento de sus economías provocado por aventuras belicistas. Desde hace ya algún tiempo, algunos economistas, desde posiciones distintas, vienen constatando el debilitamiento de la economía estadounidense frente a otras economías en crecimiento conocidas con el acrónimo BRICS, proveniente de las iniciales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

En 2020, el expresidente de los EE. UU., Jimmy Carter, le dijo al actual presidente, Donald Trump: la razón de que la economía de los Estados Unidos esté siendo superada por la de China obedece a que durante los últimos decenios nuestro país ha estado envuelto en un sinfín de guerras, gastando en ellas 300 billones de dólares, mientras que China no ha estado en ninguna, invirtiendo su dinero exclusivamente en infraestructuras, investigación, educación, etc.

No conozco qué le pudo responder este sujeto al exmandatario americano, supongo que nada coherente.

Pretender arreglar una situación que viene fraguándose desde hace años con medidas drásticas como son la implantación de unos aranceles, de los cuáles sabemos ya tanto como para hacer una tesis doctoral, se me antoja que es una barbaridad. La medida, como decía, es una huida hacia delante que, como mínimo, tiene un final incierto, y diría más, es propia de un kamikaze. De hecho, los propios colaboradores de su círculo más próximo, han alertado de los problemas que estas medidas están ocasionando: inflación, depreciación del dólar, paralización de la economía y probable recesión, Y esto ha provocado que se haya paralizado durante 90 días la entrada de los archiconocidos aranceles.

Me preocupa tanto la posición de este personaje como la de nuestros gobernantes europeos y españoles, que les ha faltado tiempo para ir a entrevistarse con dirigentes del gobierno estadounidense, no sé muy bien para qué. Considero ridículo que nuestro ministro de economía atraviese el Atlántico para besar cierta parte corporal del tosco y ridículo “bufón del Imperio yanki” (según la Real Academia de la Lengua, personaje cómico encargado de divertir a… también conocido como payaso). No lo digo yo, lo dice el propio mandatario americano. Son tantos los intereses inconfesables que hay entretejidos por los estados que probablemente no nos digan de la misa la mitad, pero mucho me temo que los grandes temas que nos preocupan a los ciudadanos, a algunos al menos, ni se planteen. Así, sospecho que asuntos como la suspensión de la compra de armamento a las empresas americanas, la salida de España de la OTAN, o el abandono de las bases americanas en nuestro país quedarán fuera de las conversaciones. Me conformaría con que nuestro ministro le dejara claro a su homólogo lo siguiente: España es un país independiente y tiene el derecho y la voluntad de relacionarse con los países que les vengan en gana, incluido a la China comunista, y que no se cuente con nosotros para la escalada belicista en la que se está entrando y nos están metiendo a todos. Pero, como se dice por aquí, no caerá esa breva.