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2024-07-28
Isabel Martín
Isabel Martín Ruiz nace en la Punta del Moral, levante de la Isla Canela (Ayamonte, Huelva) a mediados de los 80.
Aparte de ser arquitecta de profesión (urbanista, según ella) escribe poesía, cuentos, y algunas cosas más por activismo y supervivencia. Le canta al flamenco, al feminismo, al subdesarrollo territorial, al valor de lo cotidiano y su carácter político, a la historia y su memoria, a las mujeres pasadas, presentes y futuras y a todos los silencios.
En 2018 publicó su primer libro de poemas, y textos suyos (letrillas, los llama ella) pueden encontrarse en distintas antologías y revistas poéticas. Y la podemos escuchar en diferentes festivales y encuentros poéticos como Voces del Extremo o Vociferio.
En esta página se pueden encontrar algunos vídeos que nos muestran la obra de la poeta: https://poetiza.me/isabel-martin-y-su-poesia-libertaria/
Y ya puestos en la red, mirad también esta página en la que el también poeta Rafael Calero, (que ya presentamos hace un tiempo en el Libreopinante 49), nos habla de Isabel: https://poetiza.me/isabel-martin-la-ternura-cotidiana-revolucionaria/
La historia tiene una deuda con las mujeres y su representación. Y mucho más con las mujeres de las periferias y los sures, nos dice Isabel al presentarnos su poemario Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, en el que incluye diferentes cantes insertos en los poemas. Un lujo de poemario.
Y aquí os dejo una selección de sus textos para que los disfrutéis.
Yo soy más de mi madre que de mi padre, porque mi padre no estaba.
Iba siempre con los labios pintaos mi madre. Arrastrando su desarraigo por la casa vieja donde siempre hacía frío, como de melancolía, como de silencio.
“Que disparate, que disparate Que disparate, que disparate”
En la casa vieja con los labios pintaos. Donde se guardaban recuerdos muy dolorosos, en los cajones se guardaban, a gritos los recuerdos muy dolorosos guardaos con mucho silencio.
Soy más de mi madre que de mi padre, porque mi padre no…
Mi abuela lo decía siempre, hay que ver antes de ser vista.
Yo lo tengo claro, la fuerza me sale de mi abuela, que con seis años cogía papas mi abuela con seis años.
“Que disparate, que disparate”
Del café de contrabando comían ella y sus hermanos, eso es de una casta que solo son las mujeres, esa generosidad. Del contrabando comían.
Soy más de mi madre, mi padre no… “Que disparate, que disparate que yo te quiera igual que antes.”(1)
(1) Cantiñas de Rosario Monje La Mejorana, Rosa La Papera, Rosario La del Colorao, aprendidas al cante en Toma este puñal dorao de Carmen Linares en la Antología La Mujer en el Cante, Mercury 1996.
***
Anoche entró volando por la ventana una diciendo que era mi hada madrina, que me iba a hacer princesa, y no sé qué de una calabaza y zapatitos de cristal.
Yo estaba sudando otra noche de sur de estas de cien soles dándole vueltas a la cama buscando un aire fresco que entrara por algún lao siquiera unamijitaporfavó.
Finales posibles:
- [Versión resaca-resignación]
Anoche entró volando por la ventana una diciendo que era mi hada madrina, y yo buscando un aire fresco que entrara por algún lao siquiera unamijitaporfavó
y le dije... mire señora, tire al piso de arriba, que yo acabo de vomitar el último empacho de besos, y tengo alergia a los príncipes.
- [Versión rabia-lucha]
Que me iba a hacer princesa, y yo que estaba dándole vueltas a la cama.
Cogí la chancla y sin pensármelo la aplasté contra el cristal.
No olía precisamente a princesa.
- [Versión sororidad propositiva]
Hablando de no sé qué de una calabaza y zapatitos de cristal, mientras yo sudaba otra noche de sur.
La cogí por un alita y salimos de la casa...
Después de dos horas bailando las calles por tangos el hada madrina se me despidió dejando la barita má-gi-ca-ha-ce-prin-ce-sas en el contenedor.
Quítate de mi presencia, que me estás martirizando; y a la memoria me traes cosas que ya estoy olvidando y a la memoria me traes cosas que ya estoy olvidando.
*** ...de esto deberías sacar algún poema dice mi amiga.
Y yo lo que quiero es aprender a hacerme los chipirones como su madre para no tener que saborear más sus territorios.
Qué digo un poema, ¡un poemario! de esto haces tú un libro amiga.
Y yo que me resisto al tono pegajoso este lento así de amor romántico
[tono on]
este que dice que mis sábanas no-se-qué y el zumbido de tus recuerdos entre sueño y sueño no-secuantos y el lento latir del peso de cada paso que diste para alejarte… y el espacio cóncavo que ya no se ocupa porque no quiere encajarse de nuevo...
[tono off]
y es que yo no sé amiga yo no sé, pero te digo y te cuento.
Que es que yo soy de guajiras, ¿sabes?
con el abanico y tó que se bailan así, como sobre trigales amarillos... que te cosquillean las piernas…
¡y aquel empeñao` en regalarme unos tacones de plomo y echarle piedras al vuelo del vestido!
y yo con eso no sé bailar, amiga de verdad que no sé. “mare del guateque vengo mare del guateque vengo toda llena de ternura pero qué de cosas traigo me lastiman la cintura…”
Que te cures con poesía insiste ella
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y yo empeñada en aprender a hacerme un café más rico por las mañanas: menos granos, más molido y su poquito de agua después,
que la verdad me parece mucho más importante.
Que sííí, que te sirva de inspiración
Vale amiga, qué pesááá...
Si acaso un microlibro.
[Libro del desamor]
1: poema de una ruptura.
Su abuela le dijo: hay más días que ollas ella, cogió una tortillita de bacalao y enterró los pies en la bajamar.
2: micropoema sin vuelta.
Era miércoles y ella se compró una libreta nueva.
FIN.
“La camisita que tengo la camisita que tengo la saco y la pongo al sol a ver si con la caló se marchan estos bichitos que pican y dan escozor” *** Sh, sh eh guapa
No soy ¡sh sh sh! No soy ¡eh guapa!
Soy Isabel, María, Amparo, Julia. Soy Manuela, Lucía, Paloma, Ana.
Soy del 70% que ha sufrido violencia física o sexual a manos de una pareja.
Soy tu madre, tu hermana, tu compañera de trabajo, tu amiga, la que pasa por ahí.
Soy a la que llamas calienta-pollas. La que escucha tu… “no me dejes así ya que estás”
Soy la de la talla M con extra de curvas intallables.
Soy a la que acabas de asesinar y van 992
Soy la que ve los anuncios de reglas limpias, azules (¿?) que huelen a nubecitas.
Soy por la que dices levantas tu puño machista en las manis del 8 de marzo, “compañero” activista.
Soy una bruja.
Soy la bisnieta de “la pobre” que era muy guapa y simpática con la que los hombres se portaron mal.
Soy a la que violaste asqueroso cabronazo.
Soy la de “es que iba provocando”.
Soy la que se cansa de “supuestos” casos de (…) y de “presuntos” asesinos.
Soy a la que no das gracias.
Soy la que cuidó y cuida y está hasta el coño.
Soy la de “hija tú no tengas prisa de hombre que ahí se te acaba todo”.
Soy a la que obligáis a parir (que no a ser madre).
Soy a la que temes libre.
Soy a la que llamaste marimacho y guarra.
Soy Antonia, Esther, Laura, Ángela, Alba, Frida.
No soy ¡sh sh sh! No soy ¡eh guapa! Los machos van machando hacia sus guerras, las guerras que han hecho sus machadas. Los machos machan y a su paso la desigualdad continúa más grande cada vez. Los machos machan a sus anchas y nosotras seguimos haciendo en las sombras que el mundo no se muera.
¿VULNERA-QUÉ? entre las prisas, la precariedad, los trabajos y los días que corren de la semana. Me interesa muchísimo de qué está hecho esto que me da vértigo de los domingos, cuando está el silencio y yo delante del espejo, me miro las pecas que se empeñan en permanecer y atarme a una niña asustada que vive en mí y que ya no recuerda cómo era coger cangrejos. Me interesa muchísimo cuando el agujero se hace tan grande y frío que parece no existiera manera posible de taparlo. Ni siquiera con las mantas que pudiéramos juntar todas las vecinas del mundo. Las de mi nuevo barrio, las de mis futuros barrios, las de mis seis barrios distintos que llevo en el cuerpo en este año que acaba. Me interesa muchísimo cuando miro un poco más el precipicio, y veo el reflejo que me devuelve el mar que está al fondo y me digo: pues esto es lo que hay. Me interesa muchísimo porque desde esta vulnerabilidad puedo reconocer otras vulnerabilidades y tratármela, y tratársela con la ternura que pueda cada vez, que sin duda, creo, es la verdadera revolución.
*** y rellenarte de dátiles coserte con hilo dental y dejarte bajo la lluvia para que germines
te llenarás de oasis y de camellos sedientos que me buscarán
y me buscarán |
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