"Una tierra que aún hoy sufre, y digo sufrir, la pegatina de tierra de vagos y fiesteros, dónde los jornaleros y jornaleras del campo se convierten en los camareros, camareras y trabajadores de la hostelería en las zonas turísticas, explotados por unos cuantos andaluces sinvergüenzas que se atreven incluso a cantar la estrofa del himno de Andalucía:"

2023-03-12


En una comunidad autónoma como la nuestra, Andalucía, donde la emigración forzosa ha sido y es el pan nuestro de cada día; dónde la gran mayoría de las familias andaluzas tienen familiares en Cataluña, Euskadi, Madrid o Baleares; dónde los andaluces desempleados superan el millón de personas y aún hoy el número de andaluces y andaluzas trabajadoras del campo suponen la mayoría de la mano de obra de campañas agrícolas como el espárrago en Navarra, la fruta en Cataluña, la vendimia en Castilla y en Francia, ….

Una tierra que aún hoy sufre, y digo sufrir, la pegatina de tierra de vagos y fiesteros, dónde los jornaleros y jornaleras del campo se convierten en los camareros, camareras y trabajadores de la hostelería en las zonas turísticas, explotados por unos cuantos andaluces sinvergüenzas que se atreven incluso a cantar la estrofa del himno de Andalucía: ¡Andaluces levantaos, pedid tierra y libertad!, pervirtiendo el sentido lógico y sincero del grito de los andaluces.

La Andalucía mayoritaria es la que se levanta cada mañana al amanecer para ir al campo o que sufre los atascos y retenciones en las grandes ciudades a primeras horas de la mañana, porque ha tenido que buscar vivienda a un precio que pueda costearse en los extrarradios de las ciudades medias y grandes de nuestra tierra. Son estos andaluces y andaluzas las que luchan cada día con los sueldos más bajos de este país e intentan cuadrar números para mantener sus familias o ahorrar algo para poder crear proyectos de futuro óptimos para sus realidades sociales.

La Andalucía mayoritaria también son nuestros mayores que con las pensiones más bajas de este país logran ayudar a sus hijos e hijas, nietos y nietas y que cuando podrían intentar disfrutar de su merecido descanso, no pueden porque la subida de los costes de la vida les está ahogando la posibilidad de salir, viajar o cualquier actividad de ocio saludable.

La Andalucía mayoritaria tiene a algún joven que ha tenido que marcharse a Madrid o Cataluña porque no encuentra trabajo en su tierra de lo que ha estudiado y formado, y que cuando llegan las fiestas señaladas y pueden juntarse, la mezcla de alegrías y tristezas convierten a los encuentros familiares en momentos únicos y entrañables para todos.

La Andalucía mayoritaria está quejándose de que no le den cita para el médico o al especialista en un tiempo lógico. No entienden como si tienen un problema de salud que necesita de pruebas específicas y un seguimiento del especialista, tarden meses y años en darle cita. La Andalucía mayoritaria que no tiene seguro privado de salud (y que son la grandísima mayoría de los andaluces) sufren la carestía de medios, profesionales e inversión en sus centros de salud, a costa de primar e inyectar, mediante concertación sanitaria, grandes cantidades económicas a los centros de salud privados.

La Andalucía mayoritaria se llena de orgullo de los científicos y científicas, profesionales de investigación y grandes mentes, que, desde todos los ámbitos del conocimiento, logran éxitos profesionales en la ciencia e investigación en otras zonas de España o del mundo. Se llenan de orgullo al saber que son andaluces y andaluzas que con su trabajo se les valora y se les reconoce, pero que, por desgracia, no lo hacen en su tierra porque nunca se ha apostado por la ciencia y la investigación.

Pero ahora resulta que la Andalucía que me representa es la del toreo y la fiesta, porque el actual gobierno de derecha de la Junta de Andalucía considera que debemos reconocer como andaluces ilustres a matadores de toros y a los profesionales de la farándula. Cuando el toreo ya se ha convertido en una actividad muy minoritaria respecto a su afición y seguimiento, y no solo por medidas políticas sino porque la sociedad andaluza ya dejó de mostrar afición por esta barbarie de actividad desde hace ya muchos lustros.

Peor fue darle una medalla de Andalucía a la Duquesa de Alba por parte del PSOE en la Junta, pero es que si esto es lo que queremos vender … vaya futuro pasado nos espera. Parece que no existen andaluces ni andaluzas que se merezcan ser ilustres por la lucha continuada que han mantenido en defender y ensalzar a nuestra tierra con su sudor y su esfuerzo, en otras tierras de España y del mundo, o en sus pueblos y ciudades. Eso haría que los poquitos andaluces de patillas, fachalecos y copita de fino en mano se retorciesen en sus asientos, viendo como a quién hay que homenajear es al esfuerzo por trabajar por el progreso de tu tierra, no por seguir siendo un explotador vividor del sudor del resto de andaluces.

Tantos años que nos ha costado, y nos sigue costando, quitarnos la pegatina de vagos y fiesteros y los que gobiernan nuestra tierra siguen insistiendo en que la imagen de nuestra tierra debe ser Romerías, toros, vino y fiesta. Así nos va…

Pedid tierra y libertad… Todavía la gran mayoría de la tierra de Andalucía pertenece a unas pocas manos y menos mal que tenemos libertad … para elegir entre Cataluña, Euskadi o Madrid donde emigrar.


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