... una gran oportunidad para la salud del cuerpo y del alma.

2023-09-10

Fuente de valores

 

El deporte, fuente de valores, es el título con el que Nueva Acrópolis inaugura sus charlas en la Biblioteca Provincial en la programación de otoño, a cargo de Ana Gálvez, socióloga, técnica deportiva y coordinadora de la Escuela del Deporte con Corazón, iniciativa dentro del programa de desarrollo social de Nueva Acrópolis.
¿Qué relación existe entre la práctica deportiva y la vida interior? Precisamente el título de la charla y de este artículo: el deporte, entre sus muchos beneficios al ser humano, es una fuente de valores, es decir, proporciona la oportunidad de desarrollar capacidades interiores como la voluntad de la mano de la disciplina, la posibilidad de superación de límites y dificultades, la resiliencia, la concentración, la alegría, el compañerismo, saber trabajar en equipo, la percepción del bien común, y tantos otros valores que sobrepasan el efecto de las endorfinas, y que sin duda alguna serán desarrollados por Ana Gálvez en su conferencia.
La vida interior, cuyo apoteosis es el desarrollo del ser espiritual, se desarrolla sobre la base de los valores morales propios de la condición humana, de igual manera que la vida biológica lo hace sobre la base de las funciones vitales de nuestro organismo. Y así como no es posible disfrutar plenamente de la existencia biológica sin el concurso de todos los componentes que constituyen la ‘salud’, tampoco podemos aspirar en nuestra vida interior al desarrollo del ser espiritual sin que previamente se hayan puesto en marcha los valores morales. Por poner un ejemplo, si el ser espiritual se caracteriza por vivir la Unidad, previamente es necesario desarrollar la generosidad que deja atrás el egoísmo, contrario por definición a la idea de lo Uno.
Por tanto, toda actividad humana que genere la oportunidad, el momento y el lugar, para el desarrollo de valores, es muy recomendable para el enriquecimiento de nuestra vida interior. Tal es el caso de la práctica del deporte. Por este motivo, entre otros muchos, el origen de la actividad deportiva que encontramos en las Olimpiadas y otros muchos certámenes de juegos atléticos de la Grecia Antigua, tenían un profundo carácter sagrado, que acababa uniendo a los pueblos mientras duraban los Juegos.
En estos tiempos de confusión y envilecimiento, bienvenido el deporte como fuente de valores,

una gran oportunidad para la salud del cuerpo y del alma.


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