EDITORIAL "La cuestión es si es imperativo que el Estado intervenga para rescatar el servicio eléctrico.

2025-05-04

El Apagón

La cuestión es si es imperativo que el Estado intervenga para rescatar el servicio eléctrico.

El pasado lunes, España se sumió en la oscuridad debido a un fallo masivo en el sistema eléctrico peninsular. Aunque las causas exactas aún se investigan, las primeras hipótesis apuntan a un desequilibrio repentino entre la generación y la demanda, posiblemente desencadenado por la desconexión de una o varias centrales de producción.

El fallo provocó un efecto dominó que dejó sin suministro a la mayor parte del territorio peninsular durante varias horas. La falta de redundancia y la interconexión del sistema eléctrico hicieron que un problema localizado se propagara rápidamente.

La responsabilidad del incidente aún no se ha determinado, pero todas las miradas se dirigen a Red Eléctrica de España (REE), la empresa encargada de operar y mantener la red de transporte de alta tensión. También se investiga el papel de las empresas generadoras y la supervisión del sistema por parte de las autoridades competentes.

Los perjudicados fueron millones de ciudadanos, empresas e instituciones que vieron interrumpida su actividad cotidiana. Desde hogares sin luz ni comunicaciones hasta hospitales operando con generadores de emergencia, el apagón generó caos y preocupación. El transporte público se vio gravemente afectado, con trenes parados y estaciones de metro a oscuras.

La reacción inicial de la gente fue de sorpresa e incertidumbre, seguida de frustración y, en algunos casos, alarma. Se observaron escenas de solidaridad vecinal, pero también momentos de tensión ante la falta de información y la prolongación del corte.

Ante esta situación, surge la pregunta de si es necesario que el Estado rescate el servicio eléctrico. Si bien el sistema actual, basado en la gestión privada y regulada, ha funcionado en general de manera eficiente, este apagón pone de manifiesto su vulnerabilidad. Un debate sobre la conveniencia de una mayor intervención estatal en un sector estratégico como la energía parece inevitable para garantizar la seguridad y la continuidad del suministro eléctrico en el futuro.