... las cotizaciones aplicadas por algunos compradores son escandalosamente bajas.

2024-06-02

Vender los recuerdos

La reventa de ocasión. Todo ha tomado desde hace años dimensiones de mercado, para deshacerse de aquello que ya damos como usado o sin valor para nosotros, y pasa a ser de un interés y no solo de pocos, sino de muchos en busca de esa oportunidad. Las tiendas de segunda mano florecen en todos los sectores de bienes de consumo. Ropa para niños, señoras, caballero, mobiliario, comercio de enlace. Todo, excepto en el de los jóvenes. Y así vemos cómo esta laguna tiene su explicación, el mercado de la reventa y funcionando entre vosotros de común acuerdo, dando siempre al producto y exponiéndolo como lo más valioso, pero que en ese momento. Desgraciadamente, queremos deshacernos de él sin importarnos si carecer de reglamentación alguna, pues no,

las cotizaciones aplicadas por algunos compradores son escandalosamente bajas.

Aparatos frigoríficos, cadenas de música estéreo, equipos deportivos, instrumentos, de música o de otros oficios son de esta manera vendidos en segunda mano, a escondidas, por importes irrisorios. El dinero de la reventa nunca revierte beneficios, para unas necesidades de consumo, sino para gastarlo sin una concreta necesidad de compra. De esta manera desaparecen de los armarios objetos adquiridos a elevados precios, y a la vez cargados de recuerdos, que habían sido comprados, en bonitos momentos y con sus elevados precios, y ese día fueron parte de nuestra felicidad, hoy no tienen ya sitio dentro de nuestro espacio, como se olvidan los momentos y los recuerdos, más importantes de nuestro pasado.  Por una pequeña cantidad de dinero, todo en la vida es dinero, el dinero borra hasta los recuerdos.  Donde están las botas de esquí, las he buscado por toda la casa y no las he encontrado, sabes muy bien que las vendí, el año pasado… Debemos acaso precisar que él ya sabía muy bien, su acción, o es una mera y un procedimiento estilístico por parte del joven interrogado, que sin ningún temor actúa, en su consecuencia, de su propia decisión. Este no le había explicado a nadie, sobre todo, tampoco a sus padres su hazaña. De poner en venta y vender a precio de saldo, unas botas compradas con el amor de tus padres para un día tan especial como fue tu cumpleaños. Hijo mío… Aprende a valorar el precio de las cosas, para que veas la importancia que tienen los recuerdos familiares, y el valor del sentimiento no tiene nunca precio. Todos estos chanchullos apenan a los padres siempre… Y así aparece el desapego familiar en los recuerdos.