La ballena es una película que vale la pena solo por ver la interpretación de Brendan Fraser. El actor de películas como La momia y George de la jungla, alcanza aquí el olimpo en una de las... |
2023-04-23
La ballena es una película que vale la pena solo por ver la interpretación de Brendan Fraser. El actor de películas como La momia y George de la jungla, alcanza aquí el olimpo en una de las mejores interpretaciones de la historia del cine, gracias a la que ha obtenido el primer Óscar de su carrera. El director Darren Aronofsky, considerado como maestro del surrealismo por sus anteriores obras (¡“Réquiem por un sueño”, ¡“Mother!” …) nos plantea aquí un drama psicológico de carácter íntimo. Se trata de una adaptación de una obra de teatro del dramaturgo Samuel D. Hunter. El propio Hunter, también guionista de este proyecto, había sufrido en sus carnes las vicisitudes que aparecen reflejadas en la historia: era homosexual, sufrió el trastorno del atracón y no era feliz con su condición física ni con su sexualidad. A través del personaje de su obra encontró la forma de explorar el trauma y la ira que tenía desde su infancia. Darren tuvo claro que tenía que llevar al cine esta historia, desde que la vio por primera vez hace casi una década. Quedó totalmente impresionado por la inteligencia de como la obra plantea multitud de interrogantes de la condición humana, aunque sin ofrecer las respuestas adecuadas. Darren tardó diez años en encontrar a su Charlie (la ballena). Consideró a multitud de actores de cine desconocidos, pero no terminaba de encontrar a alguien que se pudiera creer el profesor Charlie, hasta que, por fin, vio a Brendan Fraser en un pequeño papel y dejó de buscar. Lo quería a él. Brendan se puso rápidamente manos a la obra y su puso a investigar aprendiendo directamente de las personas que viven con obesidad, viendo todos los vídeos y películas existentes con este tipo de protagonistas para estudiar como los diferentes actores lo abordaban. Aprendió con una entrenadora específica la forma de andar con obesidad mórbida y a moverse y navegar por un pequeño apartamento. Una de las conclusiones que más impresionaron al actor es que, con demasiada frecuencia, las personas del tamaño de Charlie son invisibles, solo las conocen la familia y sus cuidadores.
La filmación de “La ballena” fue muy complicada, ya que Brendan necesitaba a cinco personas para que le colocaran y le quitaran el aparatoso y caluroso traje especialmente fabricado para darle la apariencia adecuada y el proceso de maquillaje con la colocación de las múltiples prótesis que utiliza el personaje le tomaba un tiempo de cuatro horas, por lo que cada sesión resultaba agotadora (la película ha obtenido el Óscar al mejor maquillaje). El traje tenía un sistema de enfriamiento incorporado parecido a los que usan los pilotos de carreras de fórmula uno. Para crear las prótesis faciales, se usó el modelado 3D para producir una especie de escultura digital. El director recibió algunas críticas acusándolo de no haber utilizado un actor con verdadera obesidad para el papel, pero Darren se defendió diciendo que el personaje de Charlie era imposible de realizar con una persona real que afrontara las situaciones que se plantean y ocurren en la película. Desde el punto de vista técnico, la cinta se rueda en un formato de proyección cuadrado para resaltar y dimensionar aún más el tamaño de Charlie. Muy destacado el papel de Sadie Sink, como la adolescente y problemática hija de Charlie, y la actriz Hong Chau, como Liz, la mejor amiga y única cuidadora del protagonista. La banda sonora de la película se compone de catorce canciones, incluyendo la música original creada por Rob Simonsen (autor entre otras de la famosa Cazafantasmas). “La ballena” es una película que provoca una amplia gama de sentimientos, por lo que es imposible no hablar de ella. Una película que nos retrata lo descarnada que puede llegar a ser la soledad. Una historia emocionante, pero complicada de asimilar. En definitiva, una obra cargada de humanidad. Ahora solo nos queda que encontremos esos sentimientos profundos que Charlie nos provoca, desde el sofá en que se encuentra varado, como si de una ballena se tratara. Adelante con ella. Será una experiencia profundamente conmovedora y empática.
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