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2024-06-30
Financiación Singular
Otra bronca más por razones de oportunidad política.
Para quien no lo sepa, lo que se esconde detrás de este último embate no es otra ocurrencia del independentismo catalán sino una reclamación histórica, reclamación que lleva sobre la mesa desde los inicios de nuestra Constitución e incluso mucho antes, y que por avatares del destino no se incluyó en ella, caso distinto con el cupo vasco o los fueros de Navarra.
Pero más allá de las reclamaciones históricas y los traspiés que intentan parchear estas circunstancias, se esconde un dilema mayor, sobre todo para la izquierda, qué hacer cuando dos de los pilares que sostienen los principios rectores de la izquierda friccionan. En este caso hablamos de la Igualdad de las personas, por un lado, y el respeto a la diversidad y al autogobierno, por otra, nótese la mayúscula en el primer factor. Algunas lo tenemos claro, otros no tanto, toca elegir.
Dice nuestra Constitución que todos somos iguales ante la ley, chascarrillos aparte, deberíamos también ser iguales ante la atención de los servicios públicos, hoy en día se traduce en que un ciudadano en Cataluña dispone de unos 3000 euros para su atención mínima como ciudadano español de pleno derecho, sea quien sea quien gestione dicha cantidad (sanidad, educación, servicios sociales…) y un ciudadano en Jaén unos 2700 euros si no menos, por poner dos ejemplos ilustrativos. Esta realidad choca de frente con lo que dicen por aquellas latitudes, y eso sin hablar del otro invento, la deuda histórica.
Una alternativa sosegada y cargada de valores bien podría ser la igualdad en la financiación de los servicios básicos que hacen iguales al ciudadano allá donde resida, y ya después que los políticos hagan política con el resto, ya sea en infraestructuras o lo que quiera que llueva desde Europa, si es que sigue lloviendo, y de esta manera ir equilibrando los posibles déficits, históricos o no, con el paso del tiempo, cualquier otro sistema perpetúa las desigualdades y ensancha las percepciones negativas en cuanto a las diversidades.
Teniendo en cuenta que no hace tantos años PP y PSOE se pusieron de acuerdo para modificar nuestra Constitución, en una noche, para supeditar la financiación del Estado a los designios de Merkel a razón de la deuda, o la cesión de soberanía a Europa y a grandes intereses corporativos, parece ser que cualquier cosa parecida a la igualdad entre los ciudadanos no está, ni se le espera.
Que nadie se equivoque, en estos tiempos de hiperliderazgos y frases de titular no hay lugar para los valores, ni de izquierdas, ni de derechas, todo se rige por la oportunidad política, tiempo, pues para opciones políticas nacionalistas, triste presente para el internacionalismo.
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