... El dolor o sufrimiento de una mujer, en el instante en que le sucede, en ese momento, solo es de ella, pero tarde o temprano, cada una de nosotras pasaremos ante su puerta con mayor o menor incidencia del mismo relámpago.

2023-09-13

 

A los hipócritas que aún no han sido pillados

A veces, son tantos los temas que hay que defender, que no sabes por dónde empezar. Y llegados a ese punto, no hay vuelta atrás. Por muy oscuro que esté el horizonte, siempre es mejor opción mirarlo de frente que no ocultarlo con una tupida cortina de IA. Que ese es otro tema, además muy importante, y más que lo va a ser. Porque aquí en España el uso de la IA aún no está legislado. Ausencia importante que nos va a suponer más fake news de calado elevado, y que nos va a afectar a un nivel muy personal. Tiempo al tiempo.

Pero para que los alegatos, razonamientos y opiniones sean efectivas por igual, sin IA, por supuesto, debemos ser consecuentes con nosotras mismas y resolver por la gravedad que las asiste en todas ellas, y no desdeñar argumentos por ejercer un ranquin de importancia.

Ya que solo quien sufre las consecuencias conoce el dolor, por ello, hay que continuar reivindicando los derechos de las personas.

El dolor o sufrimiento de una mujer, en el instante en que le sucede, en ese momento, solo es de ella, pero tarde o temprano, cada una de nosotras pasaremos ante su puerta con mayor o menor incidencia del mismo relámpago.

Eso seguro.

No es adalid, señalar que las redes sociales son excusa y causa real para declarar que los comportamientos machistas son síntomas de una sociedad con tendencias violentas-sexuales solo de hoy en día. Que no les echen la culpa a las redes sociales de todo. Sólo es una muestra más de lo mismo. Estos canales de comunicación particulares solo forman parte de una evidente verdad, conductos en los que se manifiestan que queda mucho trabajo por delante para que la igualdad entre sexos sea fehaciente, y los derechos también.

Con realismo he de decir que para que este equilibrio se dé con naturalidad, y no se interioricen como palabras tabúes (igualdad y feminismo) y no haya que cogerlas con pinzas, para no posicionar a nadie, evitando generar polémica en los núcleos familiares, tenemos que trabajar con la mejor herramienta de todas, la educación.

Las puertas que se abren o giran en grupos mediáticos, cuidado con ellas, (siendo los grupos de WhatsApp el caso que me acoge en este artículo), estos contenidos nos muestran la aberración machista que todavía sigue arraigada. En uno de estos grupos han dejado los rastros y las marcas unos “machotes” estampando el territorio de mensajes de machos “partidores de bragas”, y de capturas de fotos de futuras compañeras, que siendo todavía jóvenes y estando en formación, o no, el resultado es el mismo, es decir, mensajes escritos misóginos. “Estos”, casi 200 hombres, casi nada, han escrito palabras agresivas, palabras sucias, malintencionadas, homofóbicas, y muy misóginas, dirigidas a las que son sus propias compañeras de aprendizaje. En definitiva, respeto menos que cero.

Este comportamiento tiene un porqué. Que no se atreva nadie a negarlo.

Hoy en día, y gracias a la estupidez de los testosterónicos misóginos que no controlan al salvaje que les domina, ni siquiera cuando está en un evento internacional, como es el caso del señor Luis Rubiales, se ha podido visibilizar una situación que las mujeres llevamos sufriendo desde el Neolítico, demasiado tiempo, para poder decir donde y cuando queramos #seacabó. Y a pesar de todo el escarnio hecho al equipo femenino de fútbol Campeonas del Mundo, restándoles alegría y celebración de su logro. Este personaje, ha dimitido tarde y mal. ¿Y ahora, se encargará la fiscalía de equilibrar la igualdad en este tema y a fondo? Sin IA, por supuesto…

Pero, todavía están en la sombra todos aquellos que se escudan en risitas, comentarios, que delante del público dicen una cosa y detrás otra, que de soslayo pretenden decir que sí es falta muy grave un beso robado, y que el acoso sexual te arruina la vida, pero confunden con sus opiniones a medias, aparentando decir sin decir, y haciendo sin hacer. Diciendo una cosa y haciendo otra.

A esos hipócritas que aún no han sido pillados,

porque hasta ahora no haya mensajes, videos o fotos, les haría bien hacerse un examen de conciencia, y no creerse los reyes del mambo. Que, afianzados en su ego de machotes, un natural comportamiento, haciendo posicionamientos en lugares públicos para controlar las visuales de las féminas, que más se las levanta con disimulados ojeos, que sigan robando besos, tocando glúteos, pechos, y todo lo que se les pase entre ceja y ceja, solo es cuestión de tiempo que les digamos #seacabó.

Todos ellos, seguro que tienen una fémina a la que le dicen que es la mujer de su vida… que la quieren, pero no dudan ni un instante en girarse ante otra mujer que les apetece en el momento, que les entre más por la visual, dependiendo de si van acompañados de su pareja o va en manada.

Pues he de decir, que el hombre o la mujer de tu vida, es aquella persona que provoca una plenitud tal que el resto de las mujeres y de los hombres que existen pasan desapercibidos.

Y a esto podrán decir que mirar es gratis.

Por supuesto, que mirar es gratis.

Y el respeto también, lo es. ¿O acaso han olvidado que respetar a las mujeres también es gratis? Incluso respetarse a uno mismo, también es gratis. Ese sería el mejor de los comienzos. Ser consecuentes con nosotros mismos y no utilizar a nadie en nuestro propio beneficio, enmascarando una relación con la palabra amor, cuando el disfraz es otro…

Si una mujer, observa, mira, entabla conversación con un hombre, joven o no, tiene mala prensa. Si lo hace un hombre, no. Esta situación está normalizada. O sea que dado el caso se puede ser una zorra o un zorro. Y en estas estamos… podría decir que, cazando moscas a cañonazos, sufriendo importantes daños en nuestra autoestima, dignidad y existencia femenina, pero no hay que perder la esperanza, ya que algún moscón caerá en una de esas descargas, y así la señora o señorita Marianne de Delacroix de turno con su teta fuera, bayoneta y bandera en mano podrá decir también #seacabó. Quizás esta figura femenina, la de Marianne, la que representa la igualdad, la fraternidad y la libertad, allá en el siglo XVIII, fue amiga de Olympe de Gouges, y juntas dieron forma a los primeros escritos de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, quizás… Pero a pesar de que han transcurrido doscientos y pico de años de la pintura del maestro pintor y de la declaración de los derechos de la mujer por Olympe, la batalla para vivir en igualdad sigue vigente.

A esos hipócritas que aún no han sido pillados y a los que sí, les señalo que vayan ahorrando para restablecer y devolvernos a las mujeres toda la dignidad que nos han robado. A todos ellos, les sugiero que inviertan en educación, para sí y para quienes les rodean. #seacabó   


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