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2024-04-21
Las cenizas de Alto Volta
El 1 de marzo de 1919, la Tercera República Francesa fundó el Alto Volta Francés como parte de su imperio colonial en África Occidental, junto al nacimiento del río Volta. En 1942, tras la Segunda Guerra Mundial, pasó a formar parte de la Unión Francesa hasta que en 1960 consiguió su plena independencia bajo el nombre de República de Alto Volta. Desde entonces su historia ha sido
una sucesión de golpes de Estado y gobiernos militares, siempre bajo la mano francesa,
guerras, hambrunas y una violencia descontrolada que llevó a miles de burkineses a buscar refugio en países vecinos. En 1984, el capitán Thomas Sankara, que había llegado al poder por medio de un nuevo golpe de Estado, cambió el nombre de Alto Volta por Burkina Faso, que en lengua musi, mayoritaria en el país, significa “tierra natal del hombre íntegro”. Pero sus intentos por modernizar el país se vieron truncados con un nuevo golpe y su propia muerte. Hoy Burkina Faso es uno de los países más pobres e inestables del mundo. Desde hace años la violencia yihadista se ha multiplicado en el triángulo que forman Mali, Níger y Burkina Faso, de hecho, el 43% de las muertes vinculadas al terrorismo islámico se producen en Sahel, aunque los medios y las redes sociales solo se llenen de titulares y condolencias cuando se producen en territorio europeo. El pasado 25 de febrero de este mismo año, 15 personas resultaron muertas en la comunidad católica de Essake, en la diócesis de Dori, por ataque de miembros de Al Qaeda. Estos ataques generan una ruptura entre las diferentes comunidades, cuyas consecuencias son difíciles de predecir. Sin embargo, la economía de este pequeño y pobre país sí que nos afecta. En 2016, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Chufa Valenciana abrió una investigación sobre el origen de un tipo de chufa falsa procedente de Burkina Faso y que se comercializa en países como China como chufa valenciana. En España, Mercadona comercializa esta falsa chufa bajo denominación de su marca blanca Hacendado. Lo que la investigación descubrió fue las durísimas condiciones en las que trabajan las mujeres que las cultivan en régimen de semiesclavitud. Un cultivo agresivo que está acabando con los tradicionales huertos de mijo, maíz, algodón y cacahuete que son la base de la subsistencia burquinesa. “Tigernut, la patria de las mujeres íntegras” de Andoni Monforte, es el nombre de la película resultado de esta investigación que relata la realidad de este negocio y acusa a la mayor importadora de chufas del mundo, la valenciana Tigernuts Traders, de ser la mayor responsable del entramado. Al fin, después años de persecución judicial, este filme es de acceso libre y su difusión ha ayudado a mejorar las condiciones en las que trabajan miles de mujeres en el Sahel. Las nuevas cooperativas surgidas tras las denuncias ponen una nota de esperanza en esta parte tan golpeada de África.