... una película con los pies en la realidad,

2024-05-19

 

Que nadie duerma

 

Cuando leí la novela que Juan José Millás publicó en 2018, quedé fascinado por la historia de una mujer pájaro, que transcurre entre los diferentes mundos paralelos que conviven con la realidad cotidiana y en la que siempre parece que “algo va a suceder”. El absurdo cotidiano de Millás en estado puro. Entonces pensé que detrás de las más de doscientas páginas de Que nadie duerma, así se llama la novela, se escondía una gran película. Solo faltaba que alguien se atreviera con ella. Pues bien, habría que esperar al pasado año de 2023, para que el director madrileño resiente en Estados Unidos, Antonio Méndez Esparza, llevara al cine la historia de Lucía, una informática en paro convertida en taxista por obligación, que recorre con el taxi su barrio madrileño de Usera. Una especie de Taxi Driver, versión drama costumbrista español. En la versión cinematográfica de Que nadie duerma, Méndez Esparza emprende la difícil tarea de introducirse en el complejo mundo imaginario de Millás. Y lo consigue aceptablemente, si bien desvincula la historia de esa aleación entre lo cotidiano y lo extraordinario de la novela, construyendo

una película con los pies en la realidad,

donde lo importante para el director es profundizar en el nuevo despertar a la vida de la protagonista. Una historia de pasión amorosa, con Puccini y su Turandot de por medio, que da lugar a situaciones incomprensibles, con un final tan sorprendente como violento. La actriz Malena Alterio, en estado de plenitud creativa, da vida al complejo personaje de Lucía, una mujer que deambula entre la comedia y la tragedia. Pero ¿a quién no le ocurre a largo de su vida? Esparza saca el máximo partido al rango interpretativo de Alterio, sobre todo en esas conversaciones dentro del taxi, que sorprenden por su naturalidad. Es como si la historia se paralizara y quedara suspendida en un pequeño espacio ingrávido, donde se suceden las más variopintas situaciones. Alterio contaba en la presentación del filme que ha sido un arduo trabajo de improvisación, donde cada escena en el taxi era una sorpresa, como si de un documental sobre la vida de una mujer taxista se tratara. La actriz ha obtenido muy merecidamente, entre otros, los premios Goya y Feroz, en sus ediciones del año 2023, a la Mejor actriz protagonista. Discreta pero interesante la intervención de Aitana Sánchez-Gijón, como una productora teatral sin escrúpulos. Rodrigo Poisón, José Luis Torrijo, Manuel de Blas y Mariona Rivas, todos ellos pasajeros del taxi, vecinos o compañeros de Lucía, completan el reparto. Unos personajes oscuros, con doble moral, que van apareciendo sucesivamente en la vida de la protagonista.

La banda sonora está compuesta por la compositora Zeltia Montes, gran triunfadora en la edición de los premios Goya de 2021, cuando se alzó con el premio a la Mejor Música Original con El buen patrón de Fernando León de Aranoa. Su música transmite la necesaria tensión que acompaña a la historia, si bien al principio, puede parecer molesta, por la insistente repetición de unos violines que entran en un extraño bucle. Las composiciones inquietantes de Zeltia Montes quedan interrumpidas, a lo largo del metraje, por la canción Nessun Dorma de la ópera Turandot de Puccini, cantada por Pavarotti, que escucha de manera obsesiva Lucía y que es clave en el devenir de la historia.

En conclusión, estamos ante una película de amor, pero de un amor terrorífico, donde la víctima, convertida en un títere de una sociedad indeseable, acaba transformándose en verdugo. Una historia curiosa, extraña, diferente, donde siempre parece que algo va a suceder. Y al final sucede. Seguro que no te dejará indiferente.


 

Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment