... que aluden a reivindicaciones relacionadas con servicios que vemos como urgentes y próximos, necesarios y cercanos.

2023-11-05

 

Coherencia, que falta hace

 

El 28 de octubre las calles de las capitales andaluzas volvieron a ver una vez más a cientos de personas manifestándose en defensa de la Sanidad Pública.

Una vez más, la respuesta al llamamiento de las plataformas que conforman las llamadas Mareas Blancas fue masiva, aunque haya que reconocer que menor que otras veces, y la afluencia de personas nos dio una imagen de ciudadanía comprometida y responsable.

Esto suele ocurrir en manifestaciones

que aluden a reivindicaciones relacionadas con servicios que vemos como urgentes y próximos, necesarios y cercanos.

Es lamentable, y no por reiterado deja de tener importancia, que la ciudadanía tenga que salir a recordar a los gobernantes que tienen que cumplir con su obligación de proteger y mantener los servicios públicos. Aquello que se comprometen a defender al tomar posesión de sus cargos.

En eso parece que estamos de acuerdo una inmensa mayoría de personas y colectivos y por eso nos volvemos a dar cita en cada convocatoria, en cada protesta, en cada ocasión en que parecen olvidarlo. Y por ello coincidimos ciudadanía, plataformas, sindicatos y partidos políticos.

Lo que resulta llamativo es que no sean manifestaciones que tarden más de cinco horas en moverse, o incluso que no puedan llegar a hacerlo, por una presencia innumerable de personas. Recordemos que se trata de defender servicios públicos indispensables y que afectan directamente a la calidad de vida de muchas personas. Incluso a sus posibilidades y esperanza de vida, como ha quedado demostrado en estudios sobre la situación de la sanidad en Andalucía y las políticas de recortes y externalizaciones continuadas de los gobiernos de la Junta.

Porque, hagamos un inciso de sinceridad, esto se aprecia enormemente ahora, pero no es este gobierno el que lo ha empezado. Y que cada cual haga memoria y examen de conciencia.

En estas manifestaciones se aprecia también la presencia de partidos políticos, con sus pancartas y representantes, de mayor o menor peso político, según el caso. Por suerte en ellas no se ve ese absurdo llamamiento que se hace en otras situaciones prohibiendo la presencia de simbología de ningún partido. Algo que resulta absurdo, puesto que sí que se pide el apoyo a esos partidos a los que luego se les prohíbe su presencia como tales en la manifestación. Una cosa es no dejar que nadie instrumentalice la protesta y otra muy distinta es no permitir la presencia de un colectivo muy importante en la realidad política y social del país. Llámese como se llame.

Porque no podemos obviar que las cosas se empiezan a cambiar en la calle, pero es en las instituciones donde llega el paso necesario para que ese cambio sea efectivo y ahí necesitamos a los partidos y a los políticos.

Y luego, cuando las manifestaciones o concentraciones llegan a su fin, podemos escuchar la lectura del manifiesto en el que se explican las peticiones que han llevado a su convocatoria. Y se habla de situaciones y problemáticas diversas, que todas las personas que estamos allí hemos vivido o compartido o que tememos compartir en un futuro más o menos cercano, y por eso, por interés propio y social, hemos dedicado la mañana a esa reivindicación y no a cualquier otra cosa.

Pero nunca he oído en esos discursos, estudiados y consensuados entre las personas y plataformas convocantes, que se haga un llamamiento a la coherencia y

a llevar la protesta y la defensa de los objetivos a todos los actos relacionados.

Porque está muy bien llamar a la defensa de un servicio público o que se pidan mejores condiciones para poder llevarlo a cabo.

Pero del mismo modo que reconocemos la importancia de la queja y la reivindicación, a todos los niveles, debemos reconocer que la elección de quién debe gestionar esos servicios es sin duda el primer paso en su defensa.

No sirve de nada andar defendiendo una serie de servicios y coberturas sociales si luego, llegado el caso, ponemos a gestionarlos a aquellos que llevan entre sus propuestas el desmantelamiento de los mismos.

En ese caso podremos cabrearnos, y volver a convocar protestas, pero no podremos nunca decirnos sorprendidos.

No es lógico, pensémoslo un momento, que las convocatorias en defensa de la sanidad, la educación, los cuidados, las coberturas sociales… sean muy numerosas y unánimes, si luego los partidos que defienden la ampliación y protección de las mismas no son las opciones que votan quienes acuden a ellas. Es una cuestión de prioridades y de no dejarse engañar por falsos problemas para tapar cuestiones que sí nos afectan en nuestro día a día.

Porque votar no es solo elegir una cara o un nombre para que nos represente en actos de protocolo. Es poner al frente de un enorme conglomerado de oficinas y personal funcionario a alguien que debe tener como primera misión la defensa, protección y ampliación de los servicios públicos, haciendo que sean verdaderamente universales y en las mejores condiciones posibles.

Llegar a un cargo de alta representación en un gobierno, ya sea del ámbito que sea, y provocar el desmantelamiento de un servicio público me parece la mayor traición que se puede hacer al pueblo y a la democracia. Dos palabras que o se nos han olvidado lo que significan o nos da vergüenza usar. En cualquier caso, sea por una cosa o por otra, algo muy lamentable que debemos revisar quienes nos vemos actuando en defensa de la ciudadanía en cualquier ámbito.

Por eso pienso que una plataforma puede ser diplomática y mantener siempre, en la medida de lo posible, las buenas formas de cara a otros colectivos, pero lo que no puede nunca es ser inocua ante las decisiones de la ciudadanía y lo mismo que se pide responsabilidad a quienes gobiernan para que cumplan con su obligación, pedir también responsabilidad a la ciudadanía a la hora de elegir a sus representantes.

Y coherencia, sobre todo coherencia, al elegir a los gestores de lo público, que falta hace.


Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment