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“Recién acabada la campaña, cuando aún no nos ha dado tiempo a analizar tranquilamente todas las consecuencias del resultado electoral, ya está convocada la siguiente cita con las urnas, esta vez... |
2023-06-04
Recién acabada la campaña, cuando aún no nos ha dado tiempo a analizar tranquilamente todas las consecuencias del resultado electoral, ya está convocada la siguiente cita con las urnas, esta vez en clave nacional. Unas elecciones Generales que algunos achacan al miedo, otros a la estrategia y que todos, posibles ganadores y posibles perdedores, se dedican a criticar.
Pero me gustaría pararme a analizar un detalle de la recién terminada campaña que es especialmente preocupante, sobre todo por lo inadvertido que ha pasado.
Ya estamos acostumbrados a que las luchas internas, los reproches cruzados o las campañas del “y tú más” monopolicen el espacio que deberían ocupar las propuestas sobre empleo, vivienda, servicios sociales, cuidados, en fin, esas cosas que al día siguiente de las elecciones sí que van a afectar a la vida cotidiana de millones de españoles. Pero sin duda el gran ausente de la campaña ha sido uno de los temas más urgentes a los que nos enfrentamos y que es precisamente desde las instituciones locales desde donde mejor se puede empezar a combatir: el cambio climático.
Nadie en la ciudad de Jaén, salvo la única candidatura realmente verde que se presentaba, con la presencia del representante en España del partido Verde europeo, Verdes EQUO, la coalición Para La Gente, ha nombrado y propuesto algo relacionado con el cambio climático. Una realidad, permítanme que lo recuerde, que ya está afectando y muy gravemente a España, a Andalucía y a Jaén.
Y es que hablar de cambio climático no es hablar de previsiones para plantar árboles. Ni siquiera presumir de haber plantado dos diarios es algo que debiera reseñarse si no fuera porque los anteriores gobiernos municipales no podían ni siquiera hacerlo por falta de compromiso y resultados. Lo cierto es que, a ese ritmo, y teniendo en cuenta que según los datos de la Organización Mundial de la Salud nos faltan 12.000 árboles en Jaén, tardaríamos más de 16 años en ponernos al día.
Plantar árboles está muy bien, pero si no se hace dentro de un planteamiento del modelo de ciudad y como parte de un plan integral y transversal de lucha contra el cambio climático, no servirá de nada.
Luchar contra el cambio climático (apunte didáctico de especial interés para posibles candidatos al sillón de alcalde) significa cambiar el modelo de movilidad apostando por los peatones, las bicis, el transporte público y la reducción de desplazamientos y emisiones.
También lo es cambiar el modelo energético, creando comunidades energéticas, aprovechando los techos de los edificios públicos, apostando por la bioclimatización y por la rehabilitación energética de edificios, empezando por las de todos los barrios más degradados de la ciudad.
Lo es, también, apostar por el pequeño comercio y los círculos cortos de distribución. Pero de verdad, no diciéndolo, por un lado, y entregando la ciudad a los grandes centros comerciales, que van totalmente en la dirección opuesta. Lo del pequeño comercio ya ni siquiera irrita a los comerciantes, más bien les provoca risa, si no fuera por lo grave de la situación para la mayoría de ellos.
Y, por supuesto, es aprovechar la oportunidad que significa el Pacto Verde europeo y los fondos que a él se dedican para transformar la ciudad, creando empleo de calidad y riqueza consolidada para todos los barrios.
La ausencia de esta cuestión durante la campaña queda clara con un dato. La escasa cobertura mediática que han dado los medios de comunicación locales respecto a la presentación de una propuesta revolucionaria, audaz e innovadora por parte de Sara Martínez, de la coalición Para La Gente. Una propuesta convertida en primordial por la coalición y que ha contado con un mayor desarrollo en el programa electoral. Se trata de crear una Infraestructura Verde Urbana para la ciudad. Algo que va mucho más allá de unos árboles, un carril bici o un parque canino.
Se trata de una red de espacios y corredores que unan la ciudad, todos los barrios, mediante espacios renaturalizados. Con categoría de infraestructura, como lo es el transporte o la red de suministro de agua. Una propuesta que cambia la fisonomía de la ciudad, aportando salud, calidad de vida, cohesión social y desarrollo.
Y lo más grave de la cuestión es que la lucha contra el cambio climático es la oportunidad que Jaén necesita para transformarse y dejar de insistir en políticas que solo nos llevan al pozo del paro, al pozo de la desigualdad y al pozo del abandono.
Está muy bien decir lo que merecemos, y está muy bien decir donde se van a defender las cosas y frente a quien, pero si no somos capaces de diseñar una ciudad preparada para afrontar la amenaza más grave a la que nos enfrentamos, que puede hacer de las condiciones de vida en la misma francamente difíciles de soportar, entonces nada servirá para nada.
Según los datos del último IPCC, estamos en la década más decisiva para afrontar la lucha contra el cambio climático, y la empezamos con una mayoría de gobiernos municipales que o son claramente retardistas o directamente negacionistas del cambio climático.
Decía Greta Thunberg que si veías que tu casa se estaba quemando no era lógico que te pusieras a plantar macetas y a pintar la fachada. Pues eso es, en el mejor de los casos, lo que nos están proponiendo. Es hora de afrontar las cosas con la seriedad y la profundidad que merecen, desde una perspectiva transversal y de participación, porque luego será tarde, si es que no lo es ya. Se pueden hacer muchas cosas a todos los niveles, pero si no empezamos ya y seguimos mirando para otro lado las consecuencias serán inevitables.
El próximo día 23 de julio tenemos otra cita en las urnas. Durante los quince días de campaña este tema ocupará algo más de espacio, aunque solo sea por proporcionalidad, pero seguro que seguirá en un segundo plano.
Así que, ustedes mismos, que son pueblo soberano. Luego, disfruten lo votado.
