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2024-07-14
No esperaba tanta repercusión en mi tesis fin de carrera. Sus conclusiones motivaron interpelaciones parlamentarias en el Congreso.
MARIBEL COLMENERO
— LUIS MIGUEL, ¿antes de dedicarte a la escritura, qué actividad profesional realizabas?
Aprobé muy joven las oposiciones a Instituciones Penitenciarias y esto me llevó a estudiar Criminología. Aunque mi trayectoria literaria empezó en el campo criminológico, pronto salté a temáticas históricas, después a la narrativa de ficción.
— ¿Cómo fue tu labor en Instituciones Penitenciarias?
Una labor de casi 30 años que recuerdo con cariño a pesar de que viví algunas experiencias difíciles. Me aportó una mirada distinta sobre la criminalidad y la desigualdad social.
— ¿Es cierto que tu primer libro, Tráfico y consumo de drogas en el Campo de Gibraltar, llegó hasta el Congreso de los Diputados?
No esperaba tanta repercusión en mi tesis fin de carrera. Sus conclusiones motivaron interpelaciones parlamentarias en el Congreso. Esto, unido a la Operación Algeciras, en la que se encarcelaron a varios policías por narcotráfico, obligó al gobierno a tomar medidas en el Estrecho. Recibí amenazas de muerte, solicité la intervención de mis teléfonos y debí llevar escolta. Era muy joven y aquello me vino grande, pero me curtió.
— De entre tus ensayos, ¿cuál destacarías y por qué?
Destacaría La guerra civil en Jaén, en el que empleé 5 años, 23.000 kilómetros y 15.000 fotografías de documentos. Fui de los primeros en acceder a los archivos militares y documenté episodios inéditos que nadie se atrevía a abordar. Incluí el obituario de los dos bandos con más de 6.000 víctimas referenciadas. Solo dos provincias tienen algo parecido en España.
— Háblame un poco de tus relatos cortos, mucho de ellos premiados según tengo entendido.
El relato me sirvió para adquirir músculo narrativo y enfrentarme a retos más ambiciosos como la novela, el género para mí más difícil. Algunos relatos como El desenlace, Proselitismo íntimo, A las cinco de todas las tardes o Aquel cielo carmesí obtuvieron premios internacionales.
— ¿Cómo ha sido tu experiencia con el cine? En especial me interesa tu trabajo bajo la dirección de nuestro paisano Luisje Moyano.
Ha sido muy enriquecedor. Luisje Moyano ha dirigido tres adaptaciones de mis obras: los cortometrajes El desenlace y Pestiños y el capítulo piloto de la serie televisiva La cuarta bestia, basada en mi novela homónima. Se hará una cuarta adaptación con el largometraje Las promesas de Batallo, una comedia muy divertida cuyo rodaje está previsto para el invierno.
— Imposible hablar aquí de toda tu obra. Te voy a preguntar por algunas de tus criaturas:
Mi señorito el maqui y san Cucufato:
Mi primera novela breve. La escribí para probarme en temáticas de humor.
La Cuarta Bestia:
Remake mejorado e ilustrado de Más allá de la mirada, mi primera novela en serio. Marcó el auténtico punto de salida de mi narrativa de ficción.
Juvencia:
Alcanzó tres finales internacionales y un premio nacional por su original estilo, a caballo entre la novela histórica y la narrativa fantástica.
La Transición oculta:
Espeluznante recorrido por episodios que nunca nos contaron. Fue n.º 1 en Amazon.
El Desenlace:
Obtuvo el 3.º premio del Certamen Internacional A Farixa (Orense) en el que se presentaron 858 relatos de 25 países. Se ha adaptado al cine.
La historia desconocida de Jesús de Nazaret
Un recorrido fascinante por las curiosidades, misterios y mitos sobre la Biblia y Jesús de Nazaret.
¿Alguna otra que te gustaría destacar? A La maldición de Jericó, si me lo permites, le voy a dedicar un capítulo aparte.
Recomendaría la novela El insólito viaje de Brenda Lauper y el ensayo La transición oculta.
— Los fondos conseguidos con varias de tus obras fueron donados para fines solidarios.
En los últimos años, he donado más de 20.000 euros a asociaciones humanitarias como Adacea, Save the Children, Asociación de Ayuda al Pueblo Saharahui, Asociación de Trastorno Bipolar, BioFoto, Institutos, bibliotecas públicas, etc. Mi conciencia social me anima a hacer estas cosas.
— Fuiste nombrado pregonero de la XXXI Feria del Libro de Jaén a instancias de la Delegación Provincial de Cultura (2016). ¿Qué tal la experiencia?
Fue un divertido pregón que podéis ver en YouTube. Una experiencia muy agradable.
— Háblame de la placa conmemorativa que el Ayuntamiento de Jaén instaló en 2015, en el lugar del encuentro entre Cristóbal Colón y la reina Isabel la Católica en 1489.
La gente no sabe que fue en Jaén donde la reina prometió a Colón financiar su viaje a las Indias. Encargué a la escultora Yolanda García Delgado la elaboración de esa placa con mi texto y solicité al ayuntamiento el permiso y los costes. Deberían divulgarse más episodios de la historia de Jaén.
— Centrémonos en La maldición de Jericó:
Me resulta difícil entender que unos hallazgos de tal relevancia estuviesen tanto tiempo ocultos, ¿cuál es tu opinión al respecto?
La Iglesia aplicó un gran secretismo sobre los manuscritos del mar Muerto. No solo los acaparó durante medio siglo sin publicar las traducciones, también impidió que expertos independientes accedieran a ellos. Para colmo, en 1955, el Vaticano adquirió un lote de manuscritos que retiene desde entonces. Temían que esos textos, escritos entre el 250 a. C. y el 66 d. C., echaran por tierra los evangelios canónicos. La transparencia nunca fue el hábito preferido de la Iglesia.
¿Cómo fue la labor de documentación para la novela?
Me impactó la lectura de El escándalo de los rollos del mar Muerto, de Baigent y Leigh. Después me documenté con las investigaciones de prestigiosos exégetas como Geza Vermes, Antonio Piñero, Dimas Fernández, John Desalvo, Frederick Bruce o James Vanderkam, entre otros.
¿La trama secundaria que narras a través de los personajes tiene alguna base real o la utilizas sólo como medio para contar la historia principal?
Los protagonistas son personajes de ficción, pero los secundarios son reales, como la arqueóloga Kathleen Kenyon o el filólogo John Allegro. Los escenarios también son reales, al igual que la trama secundaria, basada en un escándalo real. En 2017, arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrieron una cueva desconocida que fue saqueada en los años cincuenta. ¿Quién tiene esos manuscritos? ¿Por qué hay interés en que no se conozcan? Esta noticia real fue el germen de mi novela.
¿Qué opinión tienes de la École Biblique de Jerusalén?
La École es una de las instituciones católicas creadas a finales del XIX para combatir la amenaza pujante de la arqueología, que estaba echando por tierra mitos religiosos a través del método científico. Esta institución dominica se encargaba de formar a arqueólogos católicos para demostrar lo que ellos habían decidido a priori que era verdad: la historicidad de la Biblia. Actuaron con gran oscurantismo y la École Biblique fue la responsable del monopolio de los rollos y de presentar pruebas interesadas, desechando otras que desmontaban sus tesis.
¿Con cuál de los escenarios reales que aparecen en la novela te quedarías?
Con la ciudad de Qumrán, cuyos habitantes se les considera autores de los rollos del mar Muerto. Dicen que fueron los esenios, secta de místicos célibes y pacifistas, pero las pruebas arqueológicas revelan un perfil que no encaja con los esenios porque no fueron célibes ni pacifistas.
En esos manuscritos, pese a ser anteriores a los evangelios canónicos en 2 o 3 siglos, ya se habla de la Nueva Alianza, la llegada del Hijo de Dios, el Espíritu Santo, el bautismo, la santa cena, la confesión, la resurrección o el sacrificio y muerte del Maestro. Algunos historiadores creen que esta sospechosa coincidencia echa por tierra la originalidad del cristianismo como doctrina nueva. O bien Jesús de Nazaret formó parte de aquella comunidad o los evangelios se inspiraron en esos textos.
Hablemos del diccionario cementerio del español y de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, localización destacada en tu novela.
En el sótano del edificio de las cariátides de la calle Alcalá de Madrid, existe una impresionante cámara acorazada, porque fue un banco desde 1910 a 1996. Ahora custodian en ella legados culturales del Instituto Cervantes. Tuve ocasión de visitarla a finales de la pandemia. En 2019 hubo allí una exposición sobre las palabras que la RAE eliminó del diccionario en los últimos cien años. Eso me inspiró para crear al viejo Simón, el sanador de palabras olvidadas.
La obra ha sido finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla 2023 y del VI Premio de Novela Policía Nacional, ¿qué ha supuesto para ti?
Una gran satisfacción porque son premios muy prestigiosos con un elevado nivel.
¿Algún proyecto cinematográfico a la vista con La maldición de Jericó?
Ya hay un guion cinematográfico y un dossier técnico a disposición de las productoras que puedan interesarse.
— ¿Cómo te gustaría terminar esta entrevista?
Dando las gracias a mis lectores por la acogida. La novela les pertenece.
Luis Miguel Sánchez Tostado, entre sus muchos premios y reconocimientos: Premio de Investigación Histórica de Albanchez de Mágina (1998), por Los maquis en Sierra Mágina; Premio Rafael Ortega Sagrista de Investigación Histórica (1999), por La guerra no acabó en el 39; Premio de Relato y Cuento Villa de Baños de la Encina (2012) por La misiva del rey; Premio de Relato Entre Libros (2013) por El oso de gominola; Reconocimiento Tejedores de la Memoria de la Junta de Andalucía (2013) por su compromiso con la historia y la memoria democrática del pueblo andaluz; Tercer Premio del Certamen Internacional de Relato A Farixa, Ourense (2014) por El desenlace; Finalista del XVIII Premio Internacional de Novela Ciudad de Badajoz (2014) por Juvencia, la maldición de la eterna juventud; Premio Certamen de Relatos y Cuentos Con Alma, Granada (2017) por Te pondrás bien; Premio Argentaria por su trayectoria investigadora y literaria (2018); Premio Nacional Editorial Círculo Rojo a la Mejor Novela Histórica (2018) por Juvencia, la maldición de la eterna juventud; Premio Jaén de Investigación Histórica (2020) por Morir por un ideal; Premio de Relato Corto Juan Martín Sauras, Andorra (2022) por Aquel cielo carmesí; Finalista Premio de Novela Ateneo de Sevilla (2023), por La maldición de Jericó; Finalista Premio de Novela Policía Nacional (2023), por La maldición de Jericó; Tributo a su trayectoria literaria. Ayuntamiento Castillo de Locubín (2024); Premio de Novela Policiaca Francisco García Pavón, por Al otro lado del velo (2024).
Repito, un orgullo para Jaén
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