... una estrategia de funcionamiento basada en la autogestión.

2024-03-10

una estrategia de funcionamiento basada en la autogestión.

MARIBEL COLMENERO

 

— ENCARNI, como socia fundadora que eres, ¿qué había antes de Café de Palabras? ¿Qué os hizo crear esta asociación?

Antes de la asociación estábamos un grupo de personas que comenzamos un taller que impartía la Biblioteca Provincial de Jaén, y se nos quedaron muchos conceptos en el tintero. Así que, una vez terminado el taller, como nos quedó el gusanillo de continuar aprendiendo, empezamos a reunirnos una vez al mes, luego cada quince días, y después todas las semanas.  Como había constancia y estabilidad en el grupo decidimos crear una asociación literaria.

— El nombre siempre es importante, ¿por qué Café de Palabras?

Porque nuestras reuniones como grupo las hacíamos por las tardes en cafeterías de Jaén. Y como esas tardes se llenaban de relatos escritos junto a un café, o lo que nos apeteciera, qué mejor nombre que Café de Palabras. Aunque debo decir que se plantearon otros nombres para la asociación, e incluso hubo votación en la que ganó este.

— ¿Con cuántos socios nació? ¿Y cómo ha sido el proceso hasta llegar a lo que es hoy?

Como hace ya algunos años, creo recordar que comenzamos entre catorce o quince socios y socias.  Después de unos meses de ponerse en marcha la asociación, y de que la Biblioteca provincial nos concediera una sala de trabajo para reunirnos los lunes, fueron incorporándose más personas que compartían como nosotros el amor por aprender a escribir.  Hubo tanta aceptación que tuvimos que restringir el número de personas porque la sala de trabajo se nos quedó pequeña. También nos planteamos por esa época marcar unas pautas para entrar en la asociación: la Junta Directiva daba un mes de prueba a las nuevas personas que querían participar, y pasado ese tiempo se volvían a reunir para evaluar si les gustaba el desarrollo del taller; si era así, se admitían. Todavía la entrada a Café de Palabras se sigue planteando de esta manera. 

Y como todos los grupos se desarrollan y evolucionan, nuestra asociación también ha evolucionado. Hubo personas que estuvieron y dejaron un buen legado, y ya no participan por diversas circunstancias vitales, personas que siguen y otras que se han ido incorporando, lo cual siempre aporta diversidad de la que nos enriquecemos todos y todas.

— Me vas a permitir que haga un símil. Como madre, ¿estás orgullosa de cómo ha crecido tu criatura?

Sinceramente, tengo que decir que fue una maternidad compartida de todas las socias y socios fundadores, pero por la parte que me toca como fundadora, y por ser la primera presidenta de la Asociación Literaria Café de Palabras en sus inicios, sí me siento más que orgullosa, porque la criatura ya cuenta con más de diez años.

Es cierto que los grupos van evolucionando a medida que pasa el tiempo, pero continuamos manteniéndonos en nuestra línea de seguir juntándonos cada lunes y aprendiendo con el taller, además de colaborar activamente en todas aquellas actividades culturales que programamos o nos invitan a participar.

PEDROPA, ¿cómo se gestiona presidir una asociación como Café de Palabras?

 Hola, Maribel, primero quiero darte las gracias por acercarte a nuestra Asociación Café de Palabras. Es un honor formar parte de tu Sección de Entrevistas en el periódico digital Libreopinante. Con respecto a tu pregunta, Café de Palabras se gestiona sola; de hecho, entre los objetivos que nos propusimos en una de nuestras Asambleas, es conseguir una estrategia de funcionamiento basada en la autogestión. La figura de la persona que la preside es meramente representativa y yo, en mi caso, lo que pretendo es que se trabaje y se tomen todas las decisiones en equipo. Tengo que decir que con la calidad humana de las personas que forman parte de Café de Palabras es muy fácil dirigirla.

— Resúmeme cuál es la esencia de esta asociación. ¿Qué palabras la definirían?

 Café de Palabras nació porque había un grupo de personas que tenían pasión por la literatura, que disfrutaban escribiendo y leyendo lo que escribían. Esta afición se ha ido consolidando con los años y el grupo ha ido creciendo hasta llegar a nuestra situación actual. A mí me gusta decir que somos una panda de cuentacuentos. En definitiva, nuestra esencia está en la afición por leer y escribir y compartir nuestros relatos, que es como compartir parte de nuestra vida.  También tengo que resaltar el gran compañerismo que existe en el grupo, que transciende más allá de las habituales reuniones semanales.

— ¿Cómo es un día en las reuniones semanales del grupo?

  Yo diría que lo más meritorio de Café de Palabras es que llevamos ya doce años reuniéndonos todos los lunes del año (excepto algunas semanas de vacaciones) y no perdemos la motivación. Al contrario, cada año detecto que la motivación va in crescendo. Y esto es muy difícil; no creo que haya en Jaén ninguna Asociación de estas características, que lleve tanto tiempo reuniéndose semanalmente.  En los lunes de Café de Palabras, como yo los llamo, nos dedicamos a leer y comentar lo que escribimos durante la semana y, al mismo tiempo, vamos planificando otro tipo de actividades. Todo de una manera distendida y con el objetivo fundamental de pasarlo bien. 

— Café de Palabras es una agrupación muy activa. Aparte de su trabajo semanal, ¿en qué otros proyectos e iniciativas interviene?

  Desde el principio hemos sido un grupo abierto hacia todo lo cultural. Nos hemos relacionado con otra gente del mundo de la cultura de Jaén, celebrando encuentros con escritores, cineastas, actores, fotógrafos, pintores y demás. A lo largo de nuestros años de existencia son innumerables las actividades culturales en las que hemos participado. Como reseña puedo destacar nuestra habitual participación en el Festival Internacional Grito de Mujer, del que a partir de esta edición somos los organizadores en Jaén, nuestra casi habitual participación en La Noche en Blanco, y nuestros Encuentros Literarios, de los que ya hemos celebrado la tercera edición. Quiero aprovechar este escenario que me brinda Libreopinante, para dar las gracias a Encarna Moreno, Directora de la Biblioteca Pública Provincial (nuestra Casa de la Cultura), por cedernos una sala para reunirnos todos los lunes. Precisamente de la mano de la Biblioteca hemos participado en diversos actos en los que se ha requerido nuestra colaboración, entre los que destaco la celebración del Día de las Escritoras.

— El próximo 4 de julio la asociación cumple doce años. Si pudiera hacerlo, ¿qué regalo crees que pediría?

En efecto, cumplimos ya doce años. Como yo digo, vamos por la duodécima temporada, a modo de serie televisiva. El pasado año celebramos por todo lo alto nuestro décimo aniversario, y nuestro objetivo es continuar hasta que el cuerpo aguante.  Yo creo que Café de Palabras nos pediría que no la abandonásemos nunca. Que sigamos ahí, y que, si algún día tenemos que irnos, dejemos unos buenos cimientos para que lleguen nuevos escritores y escritoras.  A día de hoy goza de buena salud, y seguimos mimándola con cariño. Café de Palabras se lo merece.

— JOSÉ MIGUEL, tú eres otro de los socios fundadores: ¿Cómo definirías a Café de Palabras? Si puede ser, dándole ese enfoque especial que sólo tú sabes darle.

Café de Palabras es para mí un misterio, un desafío a las leyes de la gramática. Siempre termino escribiendo lo mismo. ¡Increíble!

Es escuchar relatos: una casa que no te quiere, un beso errante que termina pidiendo la baja médica por no ser correspondido en un tiempo prudencial, que el origen de la vida se produjo en un pueblo de Jaén al explotar millones de estrellas a la vez y caer el polvo allí, o que gracias a las hojas de laurel en un plato de lentejas se salve el mundo de un hechizo malaje.

Es criticar la longitud de un texto, el exceso de ideas, personajes, descripciones, o desarrollar más una idea preciosa que apenas se luce.

Es irnos al kiosko del parque y entre cervezas y vinos tintos con casera y un hielo, seguir soñando con proyectos que nos acerquen a Lorca, Miguel Hernández, o montar un recital de poesía para la Noche en Blanco. Sólo nos falta, después de comernos las tapas, pedir tres platos de huevos fritos con lascas de jamón ibérico y molletes de Antequera. Un broche así cerraría la jornada literaria por todo lo alto.

P.d. Quiero aprovechar esta entrevista para decir que la sigo queriendo con todos mis sentidos, que mis noches no tienen luna, que me duermo cantando su nombre, recitando poesía, hasta que Alexia interviene con un:

—¡ya está bien! ¡Vamos a ver si podemos dormir un poco!

—No sabes lo que es amar, si lo supieras…

—¡A dormir!

Gracias, José Miguel. Una visión mezcla de poesía y humor.

— ROCÍO, como anterior presidenta de la asociación: ¿Con qué ojos se ve la misma desde el punto de vista de presidenta y desde el de uno más de los socios? ¿Qué ventajas e inconvenientes señalarías para cada caso?

Yo acepté ocuparme de la presidencia en un momento muy interesante en la vida de la Asociación que definiría como de transición. Por un lado, el número de socias y socios aumentó considerablemente, por lo que la dinámica del grupo tuvo que adaptarse al cambio. En este contexto, me correspondió gestionar la integración de las nuevas incorporaciones en un grupo ya asentado y con su dinámica. Por otro lado, comenzamos a salir fuera, a mostrar públicamente nuestras creaciones y a participar activamente en la vida cultural, en aquellos eventos a los que nos invitaba la Biblioteca u otras iniciativas culturales. Tuve el honor de ser la voz de la Asociación en dos momentos muy señalados en la vida de la misma: nuestra primera lectura pública, así como en la presentación del primer número de nuestra revista. Tomé conciencia del tiempo y dedicación que reclama poner un proyecto en marcha, por simple que parezca. Para mí, asumir la Presidencia de la Junta Directiva en este tipo de asociación tan participativa, supone actuar de gestora y decidir qué actividades son viables y cuáles no.

Más que de ventajas e inconvenientes, señalaría una diferencia en la mirada del socio de a pie y de quien asume alguna responsabilidad en la Junta Directiva. Como socio de a pie, toda iniciativa es posible; como gestora, desarrollas una mirada de pros y contras, y más a largo plazo.

JUANI, durante un tiempo tú has dirigido al grupo (muy bien por cierto, si me permites decirlo). ¿Dirías que Café de Palabras progresa adecuadamente o necesita mejorar?

Claro que necesitamos mejorar. En la vida, en el Arte y en el enigmático proceso que es la creación literaria, claro que se necesita mejorar. Se trata de un aprendizaje continuo que se debe mantener en el tiempo; si no, se corre el riesgo de quedarse estancado.

A Faulkner en una entrevista, le preguntaron: ¿Existe alguna fórmula que sea posible seguir para ser un buen novelista (yo lo aplicaría a todo escritor) Respondió: 99 % de talento... 99 % de disciplina… 99 % de trabajo. El novelista nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace. Lo que se hace nunca es tan bueno como podría ser. Siempre hay que soñar y apuntar más alto de lo que uno puede apuntar. […]

Sí, creo que necesita mejorar, y lo va consiguiendo poco a poco, en cada reunión. Es un grupo al que quiero y respeto.

— CARLOS, como fotógrafo me gustaría que hicieras una instantánea de Café de Palabras, pero en lugar de utilizar la cámara empleando la palabra.

Hay un concepto que manejamos mucho los fotógrafos: la llamada profundidad de campo. Cuando la profundidad es grande, todos los elementos de una fotografía aparecen enfocados y, cuando es pequeña, solo vemos de forma nítida lo cercano. En esta mesa de nuestro taller de Café de Palabras, hay una gran profundidad de campo. Todos buscamos la colaboración, la ayuda y el apoyo. Procuramos ir aprendiendo unos de otros para perfeccionar nuestras formas de escribir. Es un taller donde hay mucho que compartir. Otro concepto interesante que solemos manejar es el de la famosa hora bruja. Es ese momento en el que se funden las decadentes luces del día, el ocaso, con las luces artificiales. Aquí en nuestro taller también solemos mezclar las luces reales con las inventadas, las vivencias con las imaginaciones, la realidad con la ficción. Existen otros muchos elementos paralelos entre la fotografía y la escritura: el encuadre, la definición, los espacios vacíos, las proporciones, los contrastes, las texturas… Sería largo e interesante el desarrollar las coincidencias y semejanzas de elementos entre estos dos instrumentos expresivos.

NANY, el 11 de marzo (el día siguiente al de la publicación de este n.º de Libreopinante) celebramos en Jaén el certamen de Grito de Mujer, cuya organización en nuestra capital, a partir de este año, recae en Café de Palabras. Como nueva coordinadora del mismo, en representación de la asociación, ¿qué visión tienes de este certamen en la etapa que ahora inicia?

El certamen Grito de Mujer es un certamen consolidado que se celebra en más de treinta países. Para Café de Palabras, y en particular para mí, es un honor organizar dicho certamen tan necesario para conseguir la erradicación de la violencia contra la mujer y en definitiva la igualdad entre todas las personas. Lo afronto con ilusión junto con mis compañeros y compañeras del café, y orgullosa de que con nuestras palabras podamos elevar un grito que se oiga muy fuerte. Por eso, este año, el lema del certamen es: Mi grito es mi arte.

— FERNANDO, tú eres uno de los nuevos miembros de la asociación, ¿ha cumplido tus expectativas? ¿Cómo te sientes en ella?

Entrar a Café de palabras ha supuesto para mí un lugar donde se crea buena literatura. En soledad uno no ve sus propios errores al escribir. Compartir los textos me ayudan a aprender. Café de Palabras es además un grupo de amigos que no paran de hacer encuentros literarios, lecturas y eventos.

VIRTUDES, imaginemos que tienes una bola de cristal (o quizás sin ella) ¿cómo ves el futuro de Café de Palabras?

Como no soy de futuros, sino más bien de aquí y ahora, observando la evolución positiva del grupo, el buen ambiente que se respira y el interés por participar que despiertan sus actividades, me atrevo a asegurar que hay Café de Palabras para rato… Habrá cambios, seguro, pero mientras el espíritu de trabajo, amistad y tolerancia permanezcan, el futuro está asegurado.

Café de Palabras, una adolescente de doce años, lo cual no es poco para una asociación, pero muy madura en cuanto a su trayectoria. Quiero agradecer su colaboración a mis compañeros y compañeras que han participado en esta entrevista, y también a los que no han podido hacerlo, pues nuestra asociación es lo que es por la suma de todas y cada una de sus palabras. Quiero finalizar reiterando el agradecimiento a la Biblioteca Pública Provincial de Jaén y a Encarna, su directora. Igualmente, animo a todos a acompañarnos en el festival de Grito de Mujer que se celebra mañana, 11 de marzo, a las 19 h, en la Biblioteca de Jaén; allí, tras el Café de la mañana, y utilizando las Palabras, lanzaremos un Grito contra la violencia y por la igualdad.


 

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