"Si pensáramos que cada uno puede tener un punto de vista distinto desde dónde ver las cosas.

2024-06-30

 

No grites tanto

 

No os ha ocurrido muchas veces que estabais debatiendo un tema con algunos familiares, amigos o conocidos y sabiendo que llevabais razón en aquello que estabais exponiendo e intentabais defender os tuvisteis que callar porque alguien, ya muy subido de tono, pero exento de razón y de razonamiento, no paraba de gritar, no dejaba a nadie hablar. Y si alguno lo intentaba, bueno, lo suyo ya subía a un volumen máximo para hacerse oír. Aunque la verdad no está de quien grita más, sino de quien la lleva. Y hay que ser consecuentes y pensar que siempre no estamos en lo cierto.

Si pensáramos que cada uno puede tener un punto de vista distinto desde dónde ver las cosas.

Un modo de pensar distinto sobre cualquier tema, ya que existimos muchos millones de personas en el mundo y cada uno puede tener una opinión distinta al resto. Cada cual puede ser de una religión, e incluso ser ateo, si eso va con sus creencias. Cada individuo puede simpatizar con unas ideas políticas, un partido político, o un líder distinto. Lo importante es tener siempre muy claro que la libertad de uno mismo termina dónde empieza la libertad de los demás. Así, de este modo, cualquier cosa, cualquier tema, cualquier espectáculo, se puede disfrutar de una manera amena, sin discusiones, sin riñas, sin subidas de tono.

Así, sería fácil que dos forofos del futbol, por ejemplo, uno del Barcelona y otro del Real Madrid, o uno del Sevilla y otro del Betis, pudieran ver un partido juntos, de sus equipos, disfrutando del partido, sin insultos, sin gritos, sin faltarse al respeto el uno al otro. Deportivamente, porque no meterán más goles, porque se grite más alto insultando y faltando a los demás.

Es mejor cuando nos escuchamos los unos a los otros, independientemente del tema que tratemos, siempre se aprende hasta de los que a veces nos parece que saben menos que nosotros.

Cuando alzamos tanto la voz unos y otros, es tanto el “guirigay” que se forma, que no se entiende nada. Ni al que lleva la razón, ni al que no la lleva.

A veces me río de esos pequeños debates en televisión cuando todos hablan a la vez, y el moderador ya no sabe qué hacer para poder redirigir el programa.

En cambio, cuando cada uno guarda su turno, y se expresa con calma y con claridad, es oído en todo lo que dice y por todos.

Al igual nos pasa al reto en nuestro día a día, hagámoslo con calma y sin gritar.


 

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