23-10-2022
La genial escena de la persecución policial por la giennense rotonda de los pavos es el santo y seña de ese maravilloso vídeo con el que se nos presenta la X Edición del Concurso Rodando por Jaén. Era el vídeo más esperado por todas las personas que el pasado 1 de octubre ocupábamos las butacas del Teatro Infanta Leonor. Cristina Mediero y Chema Trujillo superaron, un año más, todas las expectativas interpretando y dirigiendo una obra audiovisual que es una maravilla, un derroche de imaginación y originalidad, con un montaje y puesta en escena espectacular y con una selección de “Rodandos”, que nos recordaron lo mejor de estos últimos años. Ya les gustaría a los “Goya” contar con un vídeo como éste.
Fue el botón de muestra de una noche de cine, en la que se demostró, una vez más, lo bien que se rueda en Jaén. Y ya van diez años de este certamen en el que Jaén y su provincia se convierten en un plató de cine. Fue allá por el año 2013 cuando comenzó esta innovadora iniciativa de la Diputación de Jaén con Enrique Iznaola a la cabeza, que se ha convertido, sin duda, en un auténtico referente de las citas anuales con el apasionante mundo del cortometraje. Desde aquel 1902 en el que George Méliès rodó “Viaje a la Luna”, el considerado primer corto de la historia del cine, donde en tan solo catorce minutos seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna, este hermano menor del largometraje ha evolucionado mucho y ya ocupa el lugar que se merece en el mundo del arte cinematográfico. El cortometraje encierra en su brevedad temporal la enormidad de una historia, que persigue el difícil reto de provocar el mismo impacto que el largometraje. De ahí su dificultad y su enorme mérito. Algunos cortos no llegan al minuto de duración, pero efectivamente narran historias completas, consiguiendo en ocasiones gran profundidad temática y visual.
Pues bien, en esta décima edición de “Rodando por Jaén” hemos podido ver, entre los ocho finalistas, trabajos de gran calidad, con el plus adicional de poder contemplar y disfrutar de parajes de localidades, como Rus, Santiago de Calatrava, La Higuera, Arjonilla, Villarrodrigo, Aldeaquemada, Sabiote, Espeluy y Arjona. Previamente a su realización, estos ocho trabajos seleccionados recibieron un taller cinematográfico a cargo de los realizadores Pablo Berger y Montxo Armendáriz, junto con la productora Puy Oria. Los cortometrajes se rodaron a lo largo del pasado mes de junio, movilizándose para los mismos más de 150 personas.
Y vamos con la proyección de los trabajos premiados. El premio al mejor cortometraje (también obtuvo el premio al mejor guion) lo consiguió “O” de la directora María Monreal. Tengo que reconocer que era mi apuesta por este primer premio. Se trata de una obra profunda, en la que la cámara se mueve con destreza por los campos giennenses repletos de olivos. Con la interpretación magistral de Virginia Nölting, que también obtuvo el premio a la mejor actriz, “O” consiguió dejarnos por momentos sin respiración. El segundo premio lo obtuvo el cortometraje “Reflejos” dirigido por Cristian Serrano, una historia que muestra de manera descarnada algunos “trastornos” que avergüenzan y hacen sufrir a la protagonista. “Elipsis” es el título del corto, dirigido por Jesús Murciano y Jesús Graván, que obtuvo el premio Canal Sur Radio y Televisión. Es éste un relato inquietante, en el que la cámara juega con la linealidad del tiempo. El cuarto premio importante de este certamen fue para el cortometraje “Juancaballo” dirigido por José Carlos y Mata Jiménez Revuelta y en el que Cristina Mediero interpreta una historia metafórica con una gran carga social. La mejor dirección ha sido para Carlos Zapata por su trabajo “En un lugar de Macondo”, una historia de recuerdos desdibujados por el paso del tiempo. El premio a la mejor música ha sido para la compositora Irene Tejero, autora de la música del cortometraje “Echar Tierra”.
Y llegamos al final. Fueron más de tres horas de un certamen magníficamente presentado por el ya tradicional tándem Cristina Mediero/ Chema Trujillo, que con su talento y humor lograron arrancarnos más de una carcajada. El objetivo de este certamen de mostrar por un lado las posibilidades que ofrece nuestra tierra como plató idóneo para el rodaje de obras cinematográficas y por otro el de fomentar la actividad audiovisual en la provincia giennense, se ha conseguido una vez más. Esperando ya su XI edición, no me queda sino gritar ¡larga vida a Rodando por Jaén!
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