“La La Land” es una película sólo apta para soñadores. Si aún no la habéis visto, ¿a qué estáis esperando?

2023-07-16


Nunca una mirada ha reflejado tan claramente los sueños, las esperanzas, los fracasos, la nostalgia, en definitiva, todo lo que una persona puede sentir. Emma Stone nos transmite todas estas emociones desde sus enormes ojos verdes que inundan la pantalla en “La, La Land”, el último musical del director Damien Chazelle. Me he tomado un tiempo para acercarme a esta historia. Tengo que confesar que en ella se conjugaban dos premisas que me hacían mostrar un tanto reticente: me imaginaba la típica historia de chico, encuentra a chica, envuelta en canciones y bailes de los musicales clásicos, es decir, la típica historia romántica contada en formato musical. Reconozco ahora que he perdido todo este tiempo, ya que he descubierto una obra cinematográfica de primer orden, con unos últimos veinte minutos de metraje, que son de lo mejor que he visto en el cine en mucho tiempo. Una secuencia final, absolutamente maravillosa, imaginativa y original, en la que la magia del cine le da la vuelta a la historia y nos descubre lo que pudo haber sido y nunca fue. ¿Quién no lo ha pensado alguna vez? Un epílogo que te deja un tanto vacío, pero que al mismo tiempo te salpica el optimismo que desborda la película, a pesar de todo. ¡Y claro que es una película de amor! Pero no sólo del amor que sienten Mía y Sebastián, la pareja protagonista, sino de otro amor más fuerte y poderoso como es el que sienten, a su vez, cada uno ellos por sus sueños, esos sueños que hacen que se crucen sus destinos, pero que también terminan por separarlos. ¿Qué vamos a hacer, dónde estamos?, le pregunta Mía a Sebastián sentados en un parque de Los Ángeles, una secuencia maravillosa, inquietante y desgarradora que resume esta historia de soñadores. Sobre el origen de su título, “La La Land”, se han planteado varias teorías: al parecer es una forma abreviada de mencionar a la ciudad de Los Ángeles, lugar por donde transcurren los sueños de los personajes, aunque también podría significar un estado mental soñador y de euforia. Yo me decanto por una mezcla de ambas ideas. La fotografía es única con imágenes de una estética visual que tardarás mucho tiempo en que se borren de tu mente. Desde el punto de vista técnico, todo funciona como una mezcla perfecta entre la música, la coreografía y los diálogos. Emma Stone (Mía) y Ryan Gosling (Sebastián), tuvieron que asistir tres meses a clases de claqué y baile de salón. Y no sólo eso, Ryan Gosling, que ya sabía tocar el piano, recibió clases de perfeccionamiento de manera intensiva cuatro horas al día, seis días a la semana, durante tres meses, con lo que consiguió que todas sus escenas al piano fueran auténticas. El rodaje estuvo plagado de curiosas anécdotas. La espectacular escena del baile en Mulholland Drive frente a un horizonte en el que el sol se esconde tuvo que ser grabada sin cortes. Fueron seis minutos en los que los protagonistas bailan y cantan sin parar, debiendo estar pendientes, al mismo tiempo, de que no anocheciera. En la primera secuencia de la película, la del baile en un atasco de una autopista de Los Ángeles, participan treinta bailarines profesionales, varios acróbatas y más de cien extras. Fue muy dura de rodar, ya que se grabó en plena ola de calor a cuarenta y tres grados centígrados. En lo que respecta a la música, cada canción y número de baile es un espectáculo que habla por sí solo y que transmite las emociones que encierra la historia. Su autor es Justin Hurwitz, que fue compañero de clase de Chazelle en la Universidad de Harvard y que también trabajó en sus dos películas anteriores. El dueto sentimental City of Start se convierte en la pieza principal y es una de las canciones más memorables de la película. Su romántica y nostálgica melodía se desliza sutilmente a lo largo de toda la historia. Los dos protagonistas construyen un papel excelente: Emma Stone se muestra natural y magnífica en cada escena, no me extraña que obtuviera el Óscar a la mejor actriz principal, y Ryan Gosling demuestra un talento asombroso con el piano. La película ha obtenido, además del premio ya mencionado de Emma Stone, cinco Premios Óscar más: dirección, banda sonora, fotografía, diseño de producción y canción original. “La La Land” es una película sólo apta para soñadores. Si aún no la habéis visto, ¿a qué estáis esperando?


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