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2024-07-28
Ripley: la serie
En 1960, un tal Alain Delon fue el primer actor en interpretar a Tom Ripley, el personaje creado por la novelista estadounidense Patricia Highsmith, famosa por sus obras de suspense. Después fueron otros actores de la talla de Dennis Hopper, Matt Damon y John Malkovich, los que le han puesto cara en la gran pantalla, a este peculiar y oscuro personaje. Y ahora nos llega una miniserie rodada en un elegante blanco y negro, como una nueva adaptación de la novela El talento de Mr. Ripley, con guion y dirección de Steven Zaillian, conocido sobre todo por su participación como guionista en la mítica película de Steven Spielberg La lista de Schindler. Yo, que no soy muy adicto al mundo de las series televisivas, tengo que reconocer que ha sido una auténtica gozada encontrarme con esta maravilla. Ripley es puro cine dentro de la televisión. Una realización impecable y un cuidado en el rodaje de los más mínimos detalles transmiten la sensación de que estamos ante algo diferente. La historia de este personaje, maestro del engaño, que se dedica a estafar y manipular a las personas de su alrededor, es contada, esta vez, de forma diferente, separándose bastante del personaje original de la novela de Highsmith. En esta miniserie, de ocho capítulos, prima el retrato psicológico del protagonista, un alma solitaria y malvada, un auténtico psicópata sin el más mínimo atisbo de escrúpulos ante los demás.
Nada es lo que parece y la percepción de la realidad se va difuminando ante nuestros ojos, atrapados por la mirada imperturbable del protagonista.
En Ripley no vamos a encontrar el entretenimiento rápido, ni vertiginosos golpes de efecto, sino que la historia se toma su tiempo para ir sumergiéndonos pausadamente en un ambiente lúgubre, que nos va a mantener en vilo hasta el último minuto del último capítulo. Estamos ante una historia compleja, plagada de elementos simbólicos y recurrentes, que muestran más que cuentan, creando un perturbador ambiente asfixiante, con una composición de planos cinematográficos bellísimos de una Italia, que se convierte en un personaje más. El fondo del mar (al que Ripley le tiene pánico), las infinitas escaleras de un pequeño pueblo costero italiano, un antiguo ascensor que sube y baja, un gato omnipresente que observa todo lo que ocurre, las calles sombrías, los silencios cargados de inquietantes miradas, trenes que se deslizan entre paisajes boscosos, autobuses transitando por estrechas carreteras de la costa mediterránea, los monumentos de piedra de la vieja Italia, los claroscuros de Caravaggio. Todo esto es Ripley, una sucesión de detalles visuales cautivadores y fascinantes. La serie nos pasea por los años sesenta de Venecia, Nápoles, San Remo y Roma para enseñarnos el arte tenebrista de Caravaggio, cuya propia vida se entrelaza con la del protagonista de nuestra historia, en unas secuencias de excelente destreza cinematográfica. El director tuvo claro el rodaje en blanco y negro, cuando cayó en sus manos una copia de la novela original de Patricia Highsmith. Sabía que la fotografía monocromática encajaba con la historia que quería contar y era un fiel reflejo del ambiente siniestro de la novela. La maestría en el manejo de la cámara nos deja secuencias complejas que pocas veces podemos ver en el cine, como la impresionante escena del asesinato en el barco. Magníficas interpretaciones de Andrew Scott en el papel de Ripley, Johnny Flynn en el de Richard Greenleaf y Dakota Fanning como Marge Sherwood. Las miradas y silencios entre los tres protagonistas se entremezclan en un fatídico juego destructivo de mentiras y muerte. La banda sonora ha sido compuesta por Jeff Russo, responsable de la música de series como Fargo y Love Death. El compositor estadounidense ha apostado por una música magnética, que en algunos momentos produce escalofríos, muy acorde con la oscura estética se la obra.
Podéis ver Ripley en la plataforma Netflix, una joya cinematográfica, hitchcockiana, para los amantes del cine negro. Sin duda, una de las mejores series del año.
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