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2024-03-10
Sueños de Robot
La cinta, Robot Dreams, que optará al Óscar como Mejor Película de Animación, demuestra que a veces no hacen falta diálogos en el cine, para que una historia transmita emoción y entendamos perfectamente lo que nos quieren decir sus personajes. Pablo Berger se introduce en el mundo de la animación y lo asume como un riesgo y una experiencia que le rondaba la cabeza, desde que cayó en sus manos la novela gráfica de la escritora e ilustradora americana Sara Varón. Berger cuenta que su afición al cine surge, precisamente, leyendo cómics. Actualmente, es uno de nuestros directores más reconocidos, gracias a sus anteriores películas. Su ópera prima Torremolinos 73 obtuvo la Biznaga de Oro a la mejor película en el Festival de Málaga, así como cuatro nominaciones a los premios Goya. En 2012 dirige una de las películas más originales del cine europeo, Blancanieves, con la que obtuvo diez premios Goya y nos representó en los Óscar de 2013. Con Abracadabra (2017) obtuvo ocho nominaciones a los premios Goya.
El director vasco
ha necesitado cinco años para dar vida en imágenes a los dos personajes de la historia:
Dog, un perro solitario, y Robot, un amigo con el que entabla una entrañable amistad. Dos amigos que se comunican a través de la música que está presente en todas las secuencias, enriqueciendo e intensificando sus emociones. De hecho, Berger define a su película como un musical. Para el desarrollo de la historia ha contado con la experiencia y maestría de José Luis Ágreda, como director de arte, y con el belga Benoît Feroumont, como director de animación, autor de la inolvidable El libro de Kell (nominada al Óscar como mejor película de animación en 2009). Robot Dreams es un homenaje a la ciudad de Nueva York, donde Berger vivió durante una década cuando estudiaba cine. Las andanzas de Dog Y Robot transcurren por las calles de la Gran Manzana, que son fácilmente reconocibles, aunque nunca hayamos viajado hasta allí. Es también un homenaje al cine, ya que aparecen numerosas escenas de otras películas, que se esconden a través de la historia y que el espectador atento irá descubriendo, como de si de un juego cinematográfico se tratara. Cómo no reconocer la escena en la que Dog y Robot aparecen sentados en un banco junto al Puente de Brooklyn, igual que en la mítica Manhattan en la que Woody Allen y Diane Keaton ven amanecer desde ese mismo banco. Aparecen también alusiones a la propia biografía del director y recuerdos de hechos culturales de los años 80 y 90 (Naranjito incluido). Robot Dreams nos lanza desde la pantalla un mundo visual colorido y divertido, repleto de personajes entrañables del mundo animal. Una historia sobre la amistad incondicional y sobre la fragilidad de esta amistad. Sobre las pérdidas de personas queridas, que nos asolan y nos hacen sufrir, pero que forman parte del devenir de la vida. Sobre la alegría de la amistad y el reverso triste de esa amistad.
La cinta abusa quizá de un metraje demasiado largo, con algunas imágenes y mensajes repetitivos. Creo que con algo menos de duración los resultados hubieran sido idénticos. En la proyección de la película en Jaén, dentro de los Encuentros con el cine español, se le planteó al director, por parte del público, la posibilidad de otro final más alegre. Sin embargo, coincido con que el final, aunque agridulce, es el más adecuado, ya que incita a la reflexión y a la interpretación de cada persona. Además, Berger utiliza un recurso cinematográfico con el que soluciona el conflicto provocado por la parte final de la historia. Y es que nos muestra también ese final alegre que pudo haber sido, aunque solo lo sea en los sueños de Robot.
La espectacular banda sonora de Alfonso de Villalonga, habitual ya en las películas de Pablo Berger, suple las palabras de los personajes. La canción principal es September, el éxito mundial de la banda estadounidense Earth Wind Fire, que transmite el sentimiento de alegría y nostalgia que nos suele invadir, cuando recordamos el pasado.
Os invito a ver Robert Dreams, una película sobre la amistad, como amor universal. Una película de sueños. Un sueño de película.
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