SEBASTIÁN LÓPEZ MATEOS 

"un factor decisivo para que las sociedades se muevan,

2025-10-19

La fuerza de la movilización

Tras más de 67 mil asesinados, miles de desaparecidos bajo los escombros, un territorio arrasado, con hogares, hospitales, escuelas y resto de infraestructuras destruidas y la población palestina hambrienta y expulsada de su tierra, anuncia el presidente de EE. UU. un plan de paz para Palestina.

Paralelamente, María Corina Machado, opositora venezolana, golpista y defensora del genocidio israelí, es galardonada con el premio Nobel de la Paz para compensar el no otorgamiento del premio a Donald Trump, lo que hubiera sido un tsunami, todavía mayor, para la credibilidad de un galardón, ya controvertido y desprestigiado, al ser otorgado a personajes urdidores de desestabilización de países, golpes de Estado y guerras, como fue el caso de Henry Kissinger, por poner solo un ejemplo palmario.

En el momento que estoy poniendo contenido a este artículo se está dando la noticia del regreso de los últimos miembros de la Flotilla de la Libertad secuestrados por Israel, prácticamente sin relevancia informativa alguna porque el plan de paz lo ha relegado a un rincón de los noticieros y de las tertulias. Y no digo ya de la irrelevancia en los espacios informativos de la primera flotilla, que parece tuvo lugar en el confín de los tiempos.

  1. UU. es el principal proveedor de armamento a Israel con buques, misiles, proyectiles, sistemas de defensa y miles de millones de dólares, además de ser su valedor diplomático, vetando resoluciones de la ONU pidiendo un alto el fuego en Gaza. Es el mismo país que, con su presidente a la cabeza, va a protagonizar, con invitados de piedra a su lado, léase los presidentes de gobierno y algunos jefes de Estado de la Unión Europea, una firma de paz manchada con la sangre de niños, ancianas y civiles palestinos.

Mientras tanto, no he tenido el gusto de ver en los titulares de prensa y medios audiovisuales, ni en las tertulias, dar la mínima importancia a las movilizaciones ciudadanas en la consecución de este incipiente plan de paz. Nunca, nunca, se va a ponderar la movilización ciudadana como un factor decisivo para que las sociedades se muevan, se conciencien y empujen en los cambios que puedan ser determinantes, como ha sucedido a lo largo de la historia.

Desde las concentraciones en las que estábamos treinta, cuarenta o cincuenta personas, desde las acampadas en la universidad de Jaén, y en otras españolas, de estudiantes en un número muy reducido, hasta las concentraciones masivas de los últimos días en todo el mundo, con la culminación de la Flotilla de la Libertad con más de 40 barcos para llevar ayuda humanitaria a Gaza, debemos reclamar la contribución decisiva a que este genocidio haya acabado, al menos por ahora.

Cualquier ser humano, con un mínimo de sensibilidad, se levanta hoy con más optimismo y tranquilidad al saber que a los palestinos no les vuelan bombas sobre sus cabezas, que los secuestrados israelís hayan podido abrazar a sus familias y que algo más de mil palestinos hayan sido puestos en libertad por el estado de Israel que los tenía encarcelados, sin acusación alguna, desde mucho más allá del 7 de octubre. Pero, también, debemos ser conscientes que aquí no ha acabado el problema para el pueblo palestino. Sabemos de las intenciones de Netanyahu y su gobierno, sabemos de los intereses que EE. UU., Trump y su familia tienen en la zona y lo que, según declaraciones del presidente estadounidense, pensaba del futuro para la Franja de Gaza.

Habrá una importante desmovilización en el mundo con el acuerdo inicial de paz y debe hacerse, al mismo tiempo, un esfuerzo para que la movilización, con otras claves, continúe.

¡Paz para Palestina, justicia para los palestinos!


 

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